Delimitados por rejas, con notable deterioro y diversos detalles fueron vendidos los primeros 98 vehículos blindados que puso en subasta el gobierno federal en la base militar de Santa Lucía con el objetivo de recaudar 100 millones de pesos, que serán usados para financiar la Guardia Nacional.
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Al mejor postor se remataron autos de lujo BMV, Audi y Volvo, así como camionetas blindadas, autos compactos, motocicletas, camiones, autobuses y remolques, los cuales lucieron con polvo y diversos raspones.
Desde las 10:00 horas, comenzaron a llegar las primeras personas al recinto para presenciar el primero de dos días de subastas que organiza el Servicio de Administración y Enajenación de Bienes (SAE).
«175 mil, 180, quiero 185 mil, usted me da 190, ¡se va! A la una, a las dos… ¡vendido en 187 mil!», expresó el subastador a medio día para dar inicio a la venta de unidades
Alojados en una carpa principal y dos más a los costados, decenas de personas se apostaron en los alrededores de la zona para presenciar el ejercicio.
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Aunque la convocatoria se abrió al público en general para apreciar los 218 vehículos oficiales, se observó una baja asistencia durante todo el evento.
Más de 300 personas se inscribieron como posibles compradores de los lotes que desfilaron durante tres horas en la subasta a martillo.
Hombres con sombrero tipo ranchero, otros provenientes de la Ciudad de México y municipios aledaños levantaron sus paletas para competir por los vehículos que les interesaron.
Las pujas sucedieron de manera constante y al grito de dos presentadores: «¿Quién da más? ¿Alguien da más? ¿Nadie más?», de forma incesante gritaba el subastador y los encargados de la venta.
Tasados desde 99 mil pesos hasta los 600 mil pesos se llegaron a cotizar los vehículos con blindaje superior al 3, el cual es capaz de resistir impactos de armas de alto calibre y estallidos de granadas.
Altos costos tiran venta
Las Suburban fueron las unidades con precios que llegaron a rozar los 800 mil pesos y que no lograron venderse.
Durante este primer día se pusieron a disposición 111 lotes a martillo, donde en un principio el polémico Audi Modelo 2012 -auto valuado en un millón 900 mil pesos- no logró colocarse entre los compradores.
Sin embargo, al final de la subasta el empresario Enrique Herrera se hizo del vehículo con una oferta sobre la mesa de un millón 991 mil pesos.
«Me salió un poco más caro pero valió la pena; mañana si se puede, vendré por la Suburban (tasada en un millón 600 mil pesos)», atizó.
Participación histórica
El director general del Servicio de Administración y Enajenación de Bienes (SAE), Ricardo Rodríguez Vargas, calificó de una participación histórica durante el primer día de subasta.
Sobre los vehículos que no se vendieron el funcionario federal dijo que se ofrecerán en las próximas subastas con un porcentaje menor a su precio real.
“La normatividad nos marca que podemos bajar un 5, 10 o 15% de tal manera de que tengan un destino al final”, detalló.
