La ex secretaria de la Academia Sueca Sara Danius abandonó la institución que otorga cada año el Nobel de Literatura, diez meses después de dejar el cargo por la histórica crisis originada por un escándalo sexual y de filtraciones.
La institución informó de un acuerdo «razonable» que implica la salida de Danius, que había dejado el cargo en abril pasado en medio de la crisis interna y después de las renuncias de varios miembros.
«La Academia estima que hay razones objetivas para terminar el secretariado de Sara Danius antes de tiempo. Ha habido una polémica intensa en la que se han mezclado varias cuestiones. La Academia le pide perdón en lo que le compete», señala un comunicado de esta institución.
Danius explicó en otra nota que había propuesto hace días volver a su puesto cuando el secretario provisional, Anders Olsson, lo deje por razones de edad en verano, pero la Academia Sueco rechazó la oferta.
«Fue entonces cuando me decidí a dejar la Academia como miembro pasivo», dijo Danius, que en los últimos meses solo ha participado en una reunión para facilitar el quorum y elegir a nuevos miembros.
Nobel de Literatura, en crisis tras el movimiento #MeToo
Académica desde 2013, Danius se convirtió dos años después en la primera mujer en ocupar el puesto de secretaria permanente, el más importante de la institución, que bajo su mando ha vivido un período con elecciones controvertidas para el Nobel de Literatura como la del cantautor estadounidense Bob Dylan en 2017.
Su salida provocó en abril pasado manifestaciones y campañas en redes sociales, señalándola como supuesta víctima del machismo de la Academia y en el contexto de la campaña de denuncias de abusos #MeToo (Yo también), que había desencadenado meses atrás la crisis.
Dieciocho mujeres denunciaron en noviembre de 2017 en «Dagens Nyheter», principal diario sueco, abusos de una «personalidad cultural» próxima a la institución, luego identificada como el artista francés Jean-Claude Arnault, esposo de la poetisa y académica Katarina Frostenson.
La institución cortó la relación y encargó una auditoría, que concluyó que se habían producido filtraciones y el apoyo económico recibido por el club literario que dirigía Arnault incumplía las reglas de imparcialidad al ser su esposa copropietaria.
El desacuerdo sobre las medidas que debían tomarse y sobre la situación de Frostenson desencadenó una oleada de renuncias, intercambio de acusaciones entre los dos bandos enfrentados y el aplazamiento por primera vez en siete décadas de la entrega del Nobel de Literatura.
La Academia Sueca debe comunicar en las próximas semanas qué ocurrirá con el Nobel de Literatura de este año.
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