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Hombre armado abre fuego contra feligreses en mezquita de Nueva Zelanda

La primera ministra, Jacinda Ardern, informó que al menos una persona ha sido detenida

Un hombre armado entró este jueves en una mezquita en la localidad neozelandesa de Christchurch y disparó contra los feligreses causando al menos una treintena de víctimas, informó la prensa local.

Un portavoz de la comunidad musulmana, Mustafa Farouk, indicó que al menos otras seis personas resultaron heridas, dos de ellas de gravedad, en el asalto en la mezquita, donde había reunidas entre 300 y 500 personas, según Radio New Zealand.

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La Policía bloqueó el centro de la ciudad, situada en la Isla Sur neozelandesa, y pidió a la población a permanecer confinada en sus casas mientras busca al asaltante, que se dio a la fuga.

La Policía dijo en su cuenta de Twitter que «está recurriendo a todas sus capacidades para manejar esta situación, pero el riesgo sigue siendo muy alto».

Según un testigo, el asaltante llevaba casco, gafas y chaqueta militar, y utilizó un arma automática con la que realizó una veintena de disparos.

En redes sociales circula un video que presuntamente habría transmitido en video el propio atacante; además de varias imágenes de las armas y chalecos que portaba, los cuales tienen escritos mensajes de índole religiosa.

Entre los feligreses que se encontraban en la mezquita estaban varios miembros del equipo de cricket de Bangladesh, que mañana tenía previsto disputar un encuentro contra Nueva Zelanda.

Varios testigos indicaron que una segunda mezquita de la ciudad fue evacuada y acordonada por la policía.

Detención del probable atacante 

Al menos una persona fue detenida en Nueva Zelanda tras el tiroteo en el interior de una mezquita en la ciudad de Christchurch, dijo la primera ministra, Jacinda Ardern, quien alertó que podría haber más personas implicadas.

Ardern también dijo que «hay diversos escenarios involucrados» en el suceso, lo que obligó a la policía a desplegarse alrededor de otras mezquitas de la ciudad, y llamó a la población a permanecer en sus casas.

La primera ministra neozelandesa evitó confirmar el número de víctimas en el asalto, que definió como «un acto de violencia extraordinario y sin precedentes», en lo que calificó como «uno de los días más negros de Nueva Zelanda».

«Este tipo de violencia no tiene ningún sentido en Nueva Zelanda. Esto no es lo que somos», dijo Ardern en rueda de prensa.

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