Por tercer año consecutivo, el presidente Donald Trump desairó la celebración del Cinco de Mayo en la Casa Blanca, la cual contó con presencia de la embajadora de México en Washington, Marta Bárcena, y de funcionarios de mediano nivel estadounidenses.
La embajadora mexicana enfatizó la buena relación existente entre México y Estados Unidos, afirmó que la fecha sirve para “conmemorar todas las contribuciones que ha hecho la comunidad mexicana en el país” e instó a Estados Unidos a ratificar el tratado comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
Bárcena señaló que México es un «socio esencial» para su vecino del norte y recordó que las exportaciones mexicanas al país no se limitan «al tequila y los aguacates».
México es el tercer socio comercial de Estados Unidos con un intercambio valorado en más de 615 mil millones de dólares en 2017, y muchos negocios de ambos países dependen del intercambio fronterizo para fabricar sus productos, entre ellos los automóviles.
En 2017, la ceremonia por el Cinco de Mayo -fecha en que se conmemora la Batalla de Puebla en que el Ejército mexicano, bajo las órdenes de Ignacio Zaragoza, derrotó al Ejército francés- fue presidida por el vicepresidente Mike Pence. Los últimos años ha pasado casi desapercibida. Finalmente, el presidente Donald Trump se encontraba en la Casa Blanca, donde recibió a Peter Pellegrini, primer ministro de Eslovaquia.
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