#CiudadDeLibertades

El Congreso de la Ciudad de México, en su primera legislatura, cuenta con una oportunidad extraordinaria para dar pauta a la construcción de una Ciudad en donde la libertad, en sus distintas modalidades, sea el eje transversal de nuestra labor legislativa.

Quienes habitamos esta maravillosa ciudad hemos tenido la oportunidad de vivir de manera directa las bondades que brinda para el desarrollo y para la mejora constate en la calidad de vida la posibilidad de acceder a más y mejores derechos, nuestra capital ha sido vanguardia en la transformación de nuestro país desde hace décadas, en donde miles de estudiantes politécnicos y universitarios decidieron salir a la calle para dar pauta, hace ya más de 52 años, al proceso de democratización de nuestro pueblo.

Tenemos la fortuna de habitar una ciudad cuya mayor virtud es la solidaridad, ello nos ha permitido convertirnos en un motor de cambio cuyo objetivo común es el desarrollo y el progreso colectivo. Tenemos grandes retos en la construcción de nuevos paradigmas de organización social, en reconocernos como sujetos de derechos en todo su potencial.

Por primera vez legislamos bajo el mandato de una Constitución Política, la más reciente en la historia de nuestro país y la no menos cuestionada, sin embargo, la ocasión nos permite determinar con claridad que el presente y el futuro de nuestra ciudad están basados en principios y valores de lo colectivo, de lo humanamente posible para alcanzar un buen gobierno y reconstruirnos como sociedad.

Redimensionar el papel de los representantes populares hoy resulta fundamental, para asumir por parte de todas las fuerzas políticas, el reto de construir el andamiaje jurídico que le de viabilidad a la transformación que exige nuestra población, la eliminación de la corrupción y de la impunidad son elementos centrales para el ejercicio pleno de los derechos humanos y de los derechos que hoy en día se reconocen en nuestra constitución.

Trabajamos para hacer efectivo el derecho a la autodeterminación, a la integridad, a la identidad, a la seguridad jurídica, a la protección de las familias, al ejercicio responsable y libre de la sexualidad, a la salud sexual y reproductiva, a la defensa de los derechos humanos, a la libertad de pensamiento, de creencias, a la defensa de las convicciones y particularmente al acceso a algo que históricamente nos ha sido negado, el acceso a la Justicia y a la verdad.

Columna invitada de José Luis Rodríguez Díaz de León

Maestro en Derecho UNAM

Vicecoordinador del Grupo Parlamentario de Morena en el Congreso de la Ciudad de México.

@Luis_diazdeleon