Este miércoles Carlos Romero de Deschamps renunció a la dirigencia del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM), en donde permaneció casi 30 años, desde que asumió de forma interina la secretaría general del comité ejecutivo general en 1993.
Durante todo este tiempo el ex líder del sindicato se vio envuelto en diversos escándalos, tanto por sus excesos como los de su familia, entre ellos sus hijos, quienes presumieron en redes sociales sus compras en tiendas exclusivas.
Uno de los casos más sonados que lo involucraron fue el conocido como ‘Pemexgate’, por el financiamiento irregular a la campaña del entonces candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Francisco Labastida Ochoa, a la presidencia de México; de acuerdo con las investigaciones al menos 500 millones de pesos del fondo del sindicato fueron desviados.
En agosto de 2011 un juez federal declaró prescrito este caso, ya que la entonces Procuraduría General de la República (PGR) no realizó ninguna impugnación, en ese momento Romero fue acusado de peculado electoral.
Otro de los señalamientos que se le han hecho a lo largo de los años es el de vivir con grandes lujos, lo cual no sería posible según sus ingresos, ya que posee un departamento en Cancún, Quintana Roo, cuyo valor se estimó en un millón y medio de dólares, además tiene un yate nombrado ‘El indomable’ con un valor similar.
En 2008, cuando regresó de un viaje a Las Vegas, fue captado con un reloj de oro de 18 kilates de la marca Audemars Piguet, los cuales tienen un precio de entre 40 mil y 200 mil dólares.
Pero no sólo Carlos Romero presumía de una vida ostentosa, su hija Paulina Romero publicó una foto con motivo de su boda por el civil en la que lució siete brazaletes Cartier, con un valor aproximado de dos millones de pesos.
Además, en redes sociales, Paulina Romero presumió sus viajes por el mundo en aviones privados, sus compras en tiendas de lujo, bolsos de diseñador, en todos sus viajes estuvo acompañada por sus tres mascotas.
En el caso de su hijo, José Carlos Romero Durán, con motivo de su cumpleaños el ex líder petrolero le regaló, en febrero de 2013, un Ferrari Enzo rojo, el cual tuvo un costo de unos dos millones de dólares; la marca italiana ponía como condición para comprar uno de estos autos tener solvencia económica y poseer al menos dos Ferrari.
También en febrero de ese año se dio a conocer que Pemex realizó un préstamo de 500 millones de pesos al sindicato encabezado por Romero a pagar en 10 años y sin intereses.
La justificación para esta transacción fue que se construirían viviendas para los trabajadores, para evitar que se conocieran los detalles del préstamo, la dirigencia sindical interpuso 35 amparos.
Tras 26 años en el sindicato petrolero, Carlos Romero Deschamps anunció su salida en una reunión de dirigentes de las 36 secciones de este sindicato, en la cual se eligió a Manuel Limón Hernández para sustituirlo.
