Entre catrinas, alebrijes y charros, se llevó a cabo este sábado el Mega Desfile de Día de Muertos 2019 en la Ciudad de México, el cual fue resguardado por casi dos mil policías que vigilaron los principales accesos de la ruta de los carros alegóricos y el recorrido sobre Reforma para evitar eventualidades.
La ruta inició poco después de las 13:00 horas desde la Estela de Luz y avanzó por Paseo de la Reforma, avenida Juárez y 5 de Mayo, hasta llegar al Zócalo, donde está la ofrenda monumental, «Altar de Altares».
Aún con el cielo nublado y ante la lluvia, el trayecto del Mega Desfile fue aborratado por personas que llevaron sillas, mochilas y hasta cobijas; también predominaron las capas de plástico y los paraguas.
Algunos asistentes permanecieron «bajo el agua», pero gran parte decidió resguardarse debajo de los techos de negocios aledaños, en espera de que la lluvia escampara sobre Paseo de la Reforma.
“Aquí nos esperamos, está fuerte la lluvia y el frío, ya estamos bien mojados”, compartió Raúl, quien se guareció en un techo a la altura del Ángel de la Independencia, junto a sus hijas de seis y 10 años.
Previamente niños, jóvenes o adultos se maquillaron como calaveras para ser parte de la festividad de muertos, incluidos los paseantes extranjeros, que aprovechan para tomar la foto del recuerdo.
Por su parte, los vendedores hicieron «su agosto», ofrecieron maquillaje, antojitos, frituras, bebidas, globos, calaveras y capas de plástico para cubrirse de la lluvia.
Por lo anterior, la Secretaría de Seguridad de la Ciudad de México desplegó a mil 890 policías a lo largo del circuito y las calles aledañas para garantizar la integridad personal y patrimonial de las familias.
Mientras que por altavoces se avisa sobre los servicios médicos, bomberos; se mantienen 100 vehículos y ambulancias del Escuadrón de Rescate y Urgencia Médicas (ERUM) para atender a quienes lo requieran.
