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Un lugar seguro para mujeres es un lugar seguro para todos: Her Safe Place

Paola Bortoluz, fundadora de Her Safe Place, consideró que el camino para erradicar la violencia de género es que las mujeres se empoderen y exijan condiciones para sentirse seguras.

«En un lugar donde está seguro un hombre no necesariamente está segura una mujer, pero podemos decir que en un lugar donde está segura una mujer toda la comunidad está segura o hay una probabilidad mayor de que toda la comunidad esté segura».

Así lo consideró Paola Bortoluz, fundadora de Her Safe Place, un emprendimiento mexicano que busca certificar ambientes seguros para mujeres y sectores vulnerables en empresas y organizaciones.

  1. También puedes ver: UNAM presenta tutorial sobre protocolo para atender casos de violencia

“Lo que hace esta distinción es que busca comunicar el compromiso de las organizaciones por generar y sostener ambientes seguros para todas las personas considerando el aspecto psicosocial y físico que atienda por igual necesidades de mujeres y de hombres; lo que buscamos es transversalizar la perspectiva de género y a través de ella lograr esta seguridad para todos”, explicó en entrevista con Publimetro.

Cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS) indican que una de cada tres mujeres ha experimentado una situación de violencia, lo que representa 35% de las mujeres en el mundo.

Con el distintivo Her Safe Place-el único a nivel mundial- se realizan protocolos para que las empresas y organizaciones puedan exponenciar el potencial humano garantizando un ambiente seguro a través de tres pilares.

El primero es la cultura organizacional, en la que se establecen políticas de contratación, capacitación, permanencia y ascenso, condiciones generales de trabajo y dinámicas de convivencia en el mercado de la igualdad de género.

Espacios de servicio seguros busca procesos de atención inmediata y prevención en caso de lesiones, acoso laboral, discriminación, acoso sexual y otras situaciones que ponen en riesgo la integridad física.

Bortoluz abundó que, por ejemplo, en caso de un sismo todos sabemos cómo se debe actuar independientemente del lugar, pero no siempre se conoce la forma de proceder en casos de acoso o violencia en alguna empresa o comercio.

“No tenemos ese conocimiento cívico dentro de las organizaciones de qué hacer en caso de ilícitos, de emergencias médicas, que son ejercicios que ponen en riesgo la integridad de las personas (…) es mucho más común que se presente un infarto en la caja de un supermercado o un robo en un cine a que ocurra un terremoto; sin embargo dentro de estos espacios la misma organización no siempre está preparada para saber cómo reaccionar inmediatamente”, dijo.

El tercer pilar es la arquitectura y equipamiento para garantizar espacios adecuados que favorecen la seguridad y necesidades de todas las personas por igual (accesibilidad, iluminación, señalización, entre otros).

¿Cómo se trabaja con las organizaciones?

El proceso que se sigue cuando una empresa está interesada en contar con esta certificación es conocerla, entender en qué punto se encuentra y definir la ruta a seguir. Se establece comunicación con toda la organización y se le acompaña durante en todo momento.

“Se trata -refirió la fundadora de la distinción- de una certificación de acompañamiento e implica varias cosas, dependiendo dónde esté la organización. Si se trata de una empresa que empieza de cero se realizan entrevistas, encuestas, talleres de formación, sensibilización sobre el tema, sensibilización y entrenamiento para facilitar que se definan protocolos y procesos. Es una certificación de valor agregado, pero también de acompañamiento”

Si bien se trata de un proceso, desde el inicio del trabajo con las organizaciones se pueden percibir cambios en las formas de convivencia y en la dinámica laboral que hacen reflexionar en la violencia de género.

“Cuando insertas una perspectiva de género es como cuando te cambias de lugar y la vista cambia, entonces como ejecutivo o ejecutiva te permite ver oportunidades y recursos que antes no distinguías. Por ejemplo, en la convivencia, muchas veces creemos que en confiaza hay prácticas que funcionan para todos, pero no es así”, apuntó Bortoluz.

“Como mujeres hay que empoderarnos y exigir”

Paola Bortoluz, quien también es consejera de la Fundación Juconi para niños y niñas,  señaló que las mujeres también deben exigir seguridad en espacios laborales y comerciales en los que se desenvuelven y que el camino hacia esto es el empoderamiento.

“El camino es empoderarnos y darnos cuenta de los espacios y las formas para exigir que todos los procesos en los que estamos sujetos, tengan perspectiva de género y no podemos esperar tanto para lograr la igualdad”, finalizó.

EN PUBLIMETRO TV:

 

 

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