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Le prendió fuego a su novia para matarla y lo condenaron a 15 años de prisión

Gina Certoma, de 23 años, sobrevivió con el 60% de su cuerpo quemado. Celebra, junto a su familia, la condena al que fue su pareja durante más de un año.

“Me quemó él, me quemó él”, gritó Gina Certoma al salir desesperada de la casa donde vivía alquilada junto a Ezequiel Farina. La noche anterior recibió golpes e insultos; en la mañana, el que fuera su pareja durante más de un año cumplió su amenaza: le prendió fuego a su novia para asesinarla.

Era el 3 de enero de 2017 y la calle 342 de la ciudad Quilmes, Argentina, vio el horror de cerca. Los vecinos llamaron a los bomberos y la policía, mientras Gina ardía en llamas. Ezequiel la roció con alcohol y encendió el fuego cuando ella trataba de escapar.

“Como pude fui al baño corriendo, abrí la ducha y me arranque la ropa. El agua me barría la piel y me quedaba colgando”, contó Gina a TN.

“Él quiso sacarme de abajo del agua y yo lo eché. Cuando escuché la puerta, salí corriendo”, recordó consternada.

Frente a los vecinos, Ezequiel negaba todo; pero tenía sus manos quemadas. Una prueba más de su juicio, que a casi tres años de los hechos terminó en su condena.

El Tribunal Oral en lo Criminal N°5 de Quilmes lo sentenció a 15 años de prisión, por el delito de «tentativa de homicidio agravado por violencia de género y por el propósito de causar sufrimiento a la víctima».

Una novia reservada

Gina Certoma tenía meses viviendo con Ezequiel cuando sufrió su peor versión. Ellos se  conocieron cuando ella tenía apenas 15 años, pero no duraron más de un año. Cuatro años después regresaron y allí fue cuando las caricias se convirtieron en golpes y cuando el amor se transformó en violencia.

“Me insultaba, me dejaba moretones y me decía que le arruiné la vida”, relató la sobreviviente. Cuando le preguntaba, reconoce, ella no decía nada o simplemente evadía el comentario.

Hasta que la noche de Año Nuevo, Ezequiel desató toda su furia contra su novia. Y los golpes y maltratos siguieron hasta el día siguiente: “Esa noche me obligó a dormir con él. Tenía un cuchillo arriba de la mesa de luz y me despertaba a cada rato golpeándome con la almohada o pegándome patadas”.

Fue la antesala de su tragedia, que la condenó a cuatro meses recluida en un hospital para recuperarse y le cambió la vida.

Un perdón que llegó demasiado tarde

Gina Certoma declaró ante el tribunal en la primera audiencia del juicio y no asistió más. No quiso ver de nuevo a Ezequiel y menos en la reducida sala judicial de Quilmes, donde apenas hay una distancia de dos metros entre víctima y victimario.

Ezequiel Farina pidió perdón antes de recibir la condena y reconoció “su actitud machista”. Pero siempre negó querer matar a su novia, aunque jamás pudo explicar el juez “cómo se prendió fuego” Gina.

La sentencia llegó como un bálsamo para las heridas que Gina todavía tiene en su rostro. Las visibles para todos, pero tiene lesiones también sus manos, brazos, piernas, abdomen y espalda.

Esperó los resultados junto a su familia, su pilar en todos estos años. “Esto es un alivio. Estamos muy conformes con la decisión del Tribunal. Fue unánime porque las pruebas eran contundentes”, declaró su hermano, Ariel Certoma, a Info Región.

Y aunque Gina aún tiene miedo, la decisión judicial es un cierre a un pasado lleno de horror. “Ahora volvemos a empezar, pero mi hermana es increíble”, destacó Ariel.

“Siguió y sigue adelante. Está haciendo su carrera, es una piba que no se va a dejar caer, es la que nos da fuerza a nosotros y no deja que nos caigamos nosotros. El motor es Gina”.

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