En vísperas de celebrarse las fechas decembrina, una familia compró una tradicional tarjeta navideña para su hija quien se sorprendió con el dramático mensaje que tenía escrito.
Se trataba de un texto con frases de auxilio y pidiendo ayuda a organizaciones de Derechos Humanos.
“Somos prisioneros extranjeros en la cárcel de Qingpu de Shanghái China”, afirma el mensaje, escrito en una tarjeta ilustrada con un gatito. “Forzados a trabajar contra nuestra voluntad. Por favor, ayúdennos y avisen a [alguna] organización por los Derechos Humanos”.
El producto vendido en el supermercado Tesco indicó que las tarjetas son de fabricación china y el mensaje sería escrito por prisioneros de la cárcel de Qingpu, Shaghái.
Investigaciones del caso
En el mensaje salía también que contactarán a Peter Humphrey quien resultó ser un periodista británico de investigación quien duró dos años en una prisión del país asiático y que se dedica a denunciar los duros tratos contra las personas en esas prisiones.
De manera que al ser contactado y realizar algunas investigaciones fue quien dio a conocer la historia por medio del diario Sunday Times.
Humphrey confirmó que las tarjetas son embaladas por prisioneros de cárceles chinas donde son forzados a trabajo forzado.
Declaraciones de Tesco
Por su parte el supermercado informó que suspendió la venta de esos productos e inició un «sistema de control exhausto».
La fabrica, según sus investigaciones, tiene por nombre Zheijiang Yuguang Priting y las conexiones con el sistema penitenciario son notables. Por lo tanto la ruptura de contrato entre la empresa británica y la asiática fue inmediata y definitiva.
