Algunas de las ciudades más importantes de Italia, como Turín, Milán (norte) o Roma mantienen hoy limitado el tráfico rodado al detectar niveles «críticos» de contaminación atmosférica, mientras algunos expertos piden medidas más a largo plazo.
En la capital nueve de las trece estaciones de medición superaron los límites de partículas PM10 (las menores de 10 micrones), una situación «crítica» que el ayuntamiento pretende atajar mediante la imposición de limitaciones a vehículos diesel, sobre todo el Euro6.
El pasado domingo la alcaldesa de Roma, Virginia Raggi, firmó una ordenanza por la que se prohíbe el acceso al centro de los vehículos diesel y a los de gasolina más contaminante y, al persistir esta situación, hoy prolongó esta disposición al menos hasta el jueves.
En la ciudad, se lee en la ordenanza, otra fuente de contaminación son los sistemas de calefacción por lo que se pide que se limite su uso de modo que no se superen los 18 grados dentro de los edificios, con excepción de centros públicos como hospitales y colegios.
Esta situación, propiciada además por las altas presiones y la falta de lluvia y viento, ha alcanzado a prácticamente todo el país, con especial incidencia en el industrializado norte y la llanura del río Po.
En Milán, el concejal de Movilidad, Marco Granelli, ha avisado de que existe una «emergencia» en curso tras superar los niveles de PM10 permitidos durante ocho días consecutivos y, por ello, desde hoy se ha incrementado las medidas ya dispuestas.
La capital lombarda y algunas de las ciudades de su anillo como Brescia o Monza mantienen desde hace días limitaciones al tráfico y a las calefacciones, aplicadas desde hoy a los vehículos dedicados al transporte de personas y de mercancías que funciones con diesel.
La ordenanza del ayuntamiento de Milán incluye la prohibición de usar generadores de calor domésticos de biomasa o «pellets».
TE RECOMENDAMOS: