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El 30% de niños abandonados son de millennials en pobreza

Publimetro visitó una de las siete Aldeas Infantiles que se encuentran en el país. Este inmueble alberga a 75 infantes que fueron vulnerados por sus familias.

La falta de oportunidades en el campo laboral así como un alza en la tasa de natalidad han originado un efecto colateral: niños abandonados en pobreza extrema por la llamada generación millennial.

De acuerdo con datos oficiales, 32% del total de los infantes que se encuentran en situación de calle o se encuentran en pobreza extrema provienen de este sector de la población, situación que se agrava en estados con índices altos de pobreza extrema.

Las cuidadoras tienen la encomienda de cuidar a cada uno de los menores como si fueran de ellas.

Incluso esta situación se ha reflejado en albergues que dan hogar a niños violentados o abandonados por sus familias.

Generación de pobreza

Sin tener ningún tipo de vínculo familiar se encargan de cuidar una casa y educar a niños completamente desconocidos, los cuales provienen de familias rotas por la violencia y por el maltrato de sus propios parientes.

A ellas se les conoce como Mamás S.O.S o “Cuidadoras”, quienes adoptan una familia conformada hasta por 10 infantes que tienen entre cuatro y 17 años, cuidan de ellos y los educan hasta la mayoría de edad.

Este grupo de mujeres forma parte del proyecto llamado Aldeas Infantiles S.O.S, lugar en donde viven mil 700 menores que sufrieron algún tipo de violencia, fueron abandonados o su familia no puede hacerse cargo de ellos en diferentes zonas del país.

La aldea recibe a los niños para su estancia a través del Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), por ello se entrena a las mujeres que desean adherirse al plan de educación orientado a los niños que habitan este lugar.

Irene Soriano y Gloria Gómez trabajan en el inmueble que se ubica en la alcaldía Gustavo A. Madero desde hace más de 10 años. Ellas relataron a Publimetro que aprendieron a convivir con niños que arrastran experiencias dolorosas y, en el peor de los casos, con traumas ocasionados durante sus primeros años de vida.

Ambas cubren un horario de 12 por 12 de forma alternada; sin embargo, aseguran que debido a las necesidades de su nueva familia, a veces esto es imposible, por lo que tienen que modificar sus horarios y adaptarse a las circunstancias, incluso sacrificar sus días de descanso.

“Estamos haciendo la función de una madre, tenemos en casa a niños que requieren el cuidado de dos mujeres, porque muchas veces necesitan una atención especial”, expresó Irene Soriano, madre S.O.S desde hace nueve años.

Primero reciben el título de “tía”, la cual funge como auxiliar de una madre S.O.S, ahí aprende la rutina de cada una de las 12 casas que se encuentran al interior del lugar, es decir, cuestiones referentes al cuidado de los niños como cocina, nutrición y cuidados médicos de los menores.

Reconocen que tienen la encomienda de formar una familia, de querer “como si fuera suyo” a cada uno de los niños que viven en estos inmuebles, los cuales estudian y desarrollan sus actividades, pues estarán a su cargo por un plazo de diez años.

“Somos dos personas con dos ideas diferentes, ambas tomamos decisiones; también tratamos de adaptarnos a las circunstancias”, externó Gloria Gómez.

Madres con oficio

Ambas “cuidadoras” aceptan que llegaron a este empleo por convicción y posteriormente por el cariño que le tienen a los niños con quienes conviven prácticamente toda la semana.

No les reprochan nada, al contrario, les dan las gracias por aceptarlas en su rutina diaria, pues lo más complicado, aceptan, es poder hacer “clic” con los niños que habitan una de las 12 casas que conforman cada una de Aldeas Infantiles.

Dicen que el problema del maltrato infantil es una constante, común a varios estados de la República, razón por la cual los niños cargan con vivencias sumamente difíciles de superar.

“Tratamos de enseñarles valores, a tener una disciplina diaria, pero a veces es muy difícil por todos los traumas que traen; muchos se encierran personalmente y es una barrera que no podemos pasar por más esfuerzo que realicemos”.

¿Cómo funcionan las aldeas?

En estos albergues se desarrollan dos tipos de programa para los infantes, el primero es llamado “Acogimiento Familiar”, el cual trata de brindar una estancia y servicios al menor que no cuenta con el cuidado de su familia.

El segundo programa denominado “fortalecimiento familiar” es directo con familias que se encuentran en situación vulnerable, en donde se busca mejorar los lazos entre todos los integrantes y resarcir el tejido social.

Nueve de las 12 casas se encuentran habitadas en Aldeas Infantiles SOS en la alcaldía Gustavo A. Madero, las cuales subsisten a través de donativos de diferentes entidades.

 

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