Puebla y el país tienen el compromiso de reducir en un 50% las muertes viales, que tan solo en 2019 dejó 55 víctimas en la capital, siendo los más afectados los usuarios a pie, así lo dio a conocer la secretaria de Movilidad, Alejandra Rubio Acle al exponer el estudio técnico que se realizó para la colocación de bolardos en la Zona 30 y las 15 intersecciones más peligrosas.
Ante los regidores de la comisión de Movilidad, la funcionaria refirió que en 2010 la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó la década comprendida del 2011 al 2020 como el “Decenio de acción para la seguridad vial”, el cual plantea como objetivo reducir en un 50% el número de víctimas mortales en accidentes de tránsito, así como disminuir al máximo posible lesiones y discapacidades por estos hechos.
En el caso de la capital, el Programa de Movilidad Urbano Sustentable (PMUS), publicado en 2018 define contar con infraestructura adecuada para brindar seguridad vial en el municipio, intervenir anualmente cinco intersecciones viales mediante la eliminación y adecuación de los elementos de la calle que representan un riesgo para la seguridad de las personas, informó la funcionaria.
Por ello, Rubio Acle dijo que se analizaron cada una de las intersecciones para la instalación de los bolardos, el número de automóviles que circulan, la cantidad de peatones, ciclistas, transporte, colonias de influencia y vueltas de vehículos, entre otros.
Quedará a los regidores continuar con el análisis de este proyecto que ha sido muy polarizado y criticado en la ciudad para definir si continúa la instalación o no de dicho inmobiliario urbano.
En tanto, la Contraloría municipal investiga a nueve empresas, seis que colocaron los bolardos en la ciudad de Puebla y a otras tres que realizaron los estudios de factibilidad, contraradas vía licitación pública, a fin de descartar irregularidades y sobrecosto en dicha infraestructura informó el titular de la dependencia, José María Sánchez Carmona.