El líder opositor Juan Guaidó protagonizó este martes un tumultuoso regreso a Venezuela en el que recibió agresiones por parte de un nutrido grupo de chavistas en el aeropuerto de Caracas, sin que esto impidiera que horas más tarde hiciera un llamamiento a retomar las protestas contra el Gobierno de Nicolás Maduro.
«Los mecanismos de presión van a aumentar. Por polémicos que sean van a seguir aumentando», dijo el opositor frente a decenas de diputados que lo reconocen como presidente del Parlamento, dos horas después de su arribo a Venezuela tras una gira internacional de 23 días.
Guaidó pidió a los venezolanos no acostumbrarse a la «dictadura» de Maduro y en ese sentido los instó a retomar las protestas callejeras contra el Ejecutivo que en años pasados se han tornado violentas y han dejado decenas de fallecidos.
Para ello, explicó, es necesaria «la unión» de todos los dirigentes políticos y que sectores como los gremios o los estudiantes reclamen en las calles los embates de la crisis que vive el país sudamericano.
Apenas salió de la terminal aérea, cerca de 200 personas le dieron una serie de puñetazos a Guaidó y lo golpearon con objetos contundentes, también a su esposa, Fabiana Rosales, así como a varios diputados opositores que acudieron a recibirle.
Varios periodistas también fueron agredidos con contundencia y robados por el grupo chavista frente a decenas de agentes de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) y de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB, policía militarizada), que no impidieron estos actos.
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