La sociedad india espera que la normalidad vuelva al noreste de Nueva Delhi, donde este viernes, bajo la atenta mirada de siete mil agentes de seguridad, los servicios de limpieza se esforzaban por retirar escombros de los barrios afectados por los enfrentamientos entre musulmanes e hindúes que esta semana dejaron más de 40 muertos.
El Gobierno central informó de la detención de 514 sospechosos que están siendo interrogados en relación con la violencia que estalló en los barrios del noreste capitalino el pasado domingo.
«Nuevas detenciones se seguirán efectuando en el curso de la investigación», precisó el Ejecutivo.
Según el último balance de víctimas proporcionado hoy por el Ministerio de Interior, 43 personas perdieron la vida desde el pasado 24 de febrero debido a la violencia comunitaria en la capital.
La cifra ha aumentando dramáticamente en los últimos días debido a la gravedad de algunos de los heridos, la mayoría por armas de fuego, o en otros casos por el hallazgo de cuerpos quemados en los disturbios y encontrados bajo los escombros por la policía.
El Ministerio de Interior aseguró en un comunicado difundido anoche que «no se ha reportado ningún incidente importante en las últimas 36 horas en ninguna estación de policía del distrito noreste».
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