El conflicto entre el gobernador Miguel Barbosa Huerta y la presidenta municipal de Puebla, Claudia Rivera Vivanco no es un secreto, y esta guerra no la ha detenido ni la pandemia por el Covid-19, incluso esto ha dejado incertidumbre entre los poblanos debido a la falta de coordinación entre un orden de gobierno y otro respecto a la conducción de la crisis.
Control de la seguridad
Los momentos más tensos iniciaron cuando el Gobierno del Estado intentó tomar el control de la seguridad del municipio de Puebla e imponer a Carla Morales Aguilar en la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SCC) para sustituir a Lourdes Rosales Martínez.
Ante ello, Rivera Vivanco interpuso una queja ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) para defender la autonomía del municipio en marzo de este año, desde entonces ambos gobernantes emanados de Morena han mantenido declaraciones dirigidas personalmente.
Guerra por inmuebles
En ese mismo mes, la SCC tuvo que desalojar las oficinas centrales del Complejo Metropolitano de Seguridad (C5), ubicado en Cuautlancingo, ya que el Gobierno Estatal señaló que el contrato para trasladarse «estaba viciado de origen”.
Luego, el Ayuntamiento de Puebla solicitó al Gobierno entregar tres inmuebles que están bajo el convenio de comodato, entre los que se ubicaban oficinas de la Secretaría de Movilidad y Transporte del Estado.
También, cuando la alcaldesa se adelantó y tomó las primeras acciones para hacer frente al coronavirus, cancelando toda actividad pública en la capital, hubo crítica por parte del Ejecutivo estatal.
Las críticas
En abril, cuando se llevó a cabo un operativo en “La Maldita Vecindad”, inmueble ubicado en la 3 norte 805 del centro de la ciudad, el mandatario acusó que las autoridades del gobierno municipal encabezado por Rivera Vivanco, habían sido “omisos” en operaciones encubiertas para desarticular a las bandas delincuenciales que operaban en este inmueble desde hace varios años.
En esa ocasión señaló que era “una vergüenza” que existiera ese sitio, al tiempo de advertir que al asumir la Seguridad Pública se desarticularían a todas las bandas delincuenciales de la capital poblana.
Rechaza ventiladores del Ayuntamiento
Posteriormente, a principios de mayo, la administración de Rivera Vivanco se ofreció a apoyar con ventiladores para pacientes graves enfermos del Covid, pero semanas después estos fueron rechazados por la administración estatal al recibir equipos usados, con ello dejó claro que no volvería a recibir ayuda de ese tipo por parte del Ayuntamiento.
Mejores prestaciones
En junio, nuevamente surgieron los señalamientos, ya que mientras policías estatales mantenían un paro de labores en demanda de un aumento salarial, el gobernador acusó intromisión del municipio, a través de Lourdes Rosales, en el movimiento de protesta.
Incluso se aprovechó la difusión de videos y fotografías en las que aparece una patrulla de la policía municipal ofreciéndoles alimentos a los uniformados inconformes.
Más ataques
Respecto al comercio ambulante, Barbosa Huerta señaló el 7 de julio que ha habido tolerancia del Ayuntamiento para que se permita el “cobro de piso” y han dejado de ejercer sus acciones por “cálculo político”, esto luego de que vendedores informales se instalaron en las principales calles del Centro Histórico.
Violencia política de género
Finalmente, el pasado 12 de julio se dio a conocer que Rivera Vivanco interpuso una denuncia ante el Instituto Electoral del Estado (IEE) por violencia política de género en contra del gobernador Miguel Barbosa, a quien acusó de aprovechar las ruedas de prensa matutinas para expresarse de manera negativa hacia su persona y anular el reconocimiento a su labor en la administración.
En dicha denuncia citó momentos en los que se ha referido a ella con expresiones como “Yo trabajo muy bien con todos los presidentes municipales, excepto con la de Puebla. Punto, ya”. Y, “(…) estamos actuando serenos, tomando acciones fuertes solos. ¡Sí, solos! ¿Verdad que sí, municipio de Puebla? Solos”.
Ante eso, el gobernador solo se limitó a decir: “quiere pleito la señora, yo no voy a darle pleito”, pero eso estará por verse.
