MADRID, 17 (EUROPA PRESS)
Simpatizantes de las milicias mayoritariamente chiíes de las Fuerzas de Movilización Popular o Hashd al Shaabi han irrumpido este sábado en la sede del Partido Democrático del Kurdistán en la capital de Irak, Bagdad, en un acto que pone de manifiesto la fragmentación política reinante en el país.
La milicia es, en realidad, es una red paramilitar de alrededor de 60 grupos que se estableció en 2014 después de una fatua, o llamado religioso a la acción, de la máxima autoridad chií de Irak, el ayatolá Alí al Sistani, en respuesta a la insurgencia de Estado Islámico (ISIS).
El partido kurdo, a través del exministro de Exteriores del país, Hoshyar Zebari, miembro de su politburó, ha denunciado a las milicias como un elemento desestbilizador en la capital, en particular para la Zona Verde, zona donde se encuentran las principales embajadas internacionales y las sedes del Gobierno iraquí.
Zebari también acusó a las milicias de protagonizar «ataques constantes» en Bagdad con el único objetivo de minar la de por sí deteriorada situación de seguridad en la volátil ciudad.
La declaración de Zebari ha encendido a los simpatizantes de las milicias, que decidieron irrumpir en la sede del partido kurdo en el distrito bagdadí de Karada, según denunció el jefe de la oficina, Showan Mohammed, a la agencia kurda Rudaw.
Los manifestantes prendieron fuego a una bandera de la región del Kurdistán iraquí y destruyeron imágenes del líder kurdo Masud Barzani, según testigos de la agencia.
El presidente de la región del Kurdistán iraquí, Nechirvan Barzani, ha condenado el ataque y la quema de la bandera como un «ataque a la coexistencia» en Irak y exigido una investigación al Gobierno iraquí.
«Los guerrilleros kurdos, el Ejército iraquí y las milicias Hashd Al Shaabi han hecho historia juntos en la lucha contra Estado Islámico. Espero que este esfuerzo conjunto desemboque en una mayor cooperación política para sacar al país de esta situación», ha declarado.
