MADRID, 22 (EUROPA PRESS)
La capacidad para el lenguaje se basa en la capacidad para comprender combinaciones de palabras y las relaciones entre ellas, pero la historia evolutiva de esta capacidad se conoce poco. Ahora, un consorcio internacional de investigadores, dirigidos por la Universidad de Warwick, en Reino Unido, han logrado fechar esta capacidad hace al menos entre 30 y 40 millones de años, en el último ancestro común de monos, simios y humanos.
El lenguaje es una de las herramientas más poderosas disponibles para la humanidad, y determinar por qué y cuándo evolucionó el lenguaje es fundamental para comprender lo que significa ser humano. Ser capaz de rastrear las relaciones entre las palabras de una oración, tanto una junto a otra como a lo largo de una oración, es fundamental para el procesamiento del lenguaje.
Los simios y los monos pudieron rastrear las relaciones entre los sonidos de la misma manera que los humanos, lo que demuestra que esta capacidad es anterior a la evolución del lenguaje en al menos 30-40 millones de años, según publican los investigadores en la revista ‘Science Advances’.
En todo el mundo, la humanidad prospera al compartir pensamientos, cultura, información y tecnología a través del lenguaje, un método de comunicación increíblemente complejo que no utiliza ninguna otra especie. Por lo tanto, determinar por qué y cuándo evolucionó es crucial para comprender lo que significa ser humano.
En el artículo el consorcio internacional de investigadores, dirigido por el profesor Simon Townsend de la Universidad de Warwick, hizo un avance crucial en nuestra comprensión de cuando un bloque de construcción cognitivo clave del lenguaje puede haber evolucionado.
Ser capaz de procesar las relaciones entre las palabras en una oración es una de las habilidades cognitivas clave que sustentan el lenguaje, ya sea que esas palabras estén una al lado de la otra, conocida como una ‘dependencia adyacente’, o distantes entre sí, conocida como dependencia’.
El doctor Stuart Watson, que llevó a cabo este trabajo en la Universidad de Zúrich, explica que «la mayoría de los animales no producen dependencias no adyacentes en sus propios sistemas de comunicación naturales, pero queríamos saber si, no obstante, podrían comprenderlos».
El equipo de investigación utilizó un enfoque experimental novedoso para sus experimentos: crearon «gramáticas artificiales» en las que se utilizaron secuencias compuestas de tonos sin sentido en lugar de palabras para examinar las habilidades de los sujetos para procesar las relaciones entre los sonidos. Esto hizo posible comparar la capacidad de reconocer dependencias no contiguas entre tres especies de primates diferentes, aunque no comparten un lenguaje común. Los experimentos se realizaron con titíes comunes, chimpancés y humanos.
Los investigadores encontraron que las tres especies podían procesar fácilmente las relaciones entre los elementos sonoros adyacentes y no adyacentes. El procesamiento de dependencia no adyacente está, por tanto, muy extendido en la familia de los primates.
Las implicaciones de este hallazgo son significativas, resalta el profesor Townsend. «Esto indica que esta característica crítica del lenguaje ya existía en nuestros antepasados primates, anterior a la evolución del lenguaje mismo en al menos 30 – 40 millones de años», asegura.