Una abuela originaria de Nueva Zelanda abrió el debate respecto a la obligación de los adultos mayores para cuidar a sus nietos, luego de que pidió a su hija una remuneración por cuidar a su bebé de un año, ya que consideró que ella tiene actividades y no “soy una guardería, tengo mi vida”.
La noticia la dieron a conocer medios locales, los que explicaron que la hija de 29 años le dijo que volvería pronto a trabajar, con una jornada de siete horas cinco días a la semana, a lo que la mujer no se negó, pues dijo que le gusta pasar tiempo con su nieto, pero que le pagara 12 dólares australianos, unos 250 pesos mexicanos.
Sin embargo, su hija le dijo que sólo podía darle 10 dólares, unos 190 pesos, lo cual causó la respuesta de la abuela y que ha circulado por el mundo en días recientes.
“No soy una guardería, tengo mi vida. Trabajo para mí y creo que ella debe entender que si voy a renunciar a ese tiempo, necesito dinero para cubrir las horas que dejo de trabajar. Porque no puedo trabajar y cuidar al niño al mismo tiempo. Me ha contestado que solo serán dos o tres días a la semana, que los padres de su marido harán lo propio y que me dará comida. Quiero a mi nieto, pero como he comentado anteriormente, no soy una guardería”, declaró a medios.
Tras su declaraciones hubo comentarios a favor y en contra de ella, pues algunos opinaron que si no quiere cuidar al niño sólo lo diga.
Con motivo de la pandemia en varios países se implementó un “bono niñera”, como ocurrió en Italia, en donde se quiso visibilizar este papel y remunerar a las personas que se han encargado del cuidado de los menores luego del cierre de escuelas.
En Italia se pagó mil 200 euros mensuales, alrededor de 30 mil pesos, a los adultos mayores que cuidaran a un menor de 12 años con el que no convivieran, fueron principalmente abuelos y tíos los que se beneficiaron de la ayuda.
De acuerdo con expertos en salud mental, que los adultos mayores cuiden a sus nietos puede tener una carga negativa por la frustración y sobrecarga que genera, lo que conoce como “ síndrome de abuelo esclavo” y que para muchos sería algo constante y no ocasional. Los abuelos ven a esto como una obligación moral a la que no pueden negarse.
En contraste, cuidar a los nietos puede ayudar a su salud emocional al sentirse útiles y vitales, oportunidad de transmitirles valores y ser un modelos para nietos y padres.
(Con información de El País)