El grafeno ahora ocupa el centro de la atención en medio de la pandemia de Covid-19 debido a su presencia en los cubrebocas. Las mascarillas distribuidas en México, principalmente de compañías chinas, podrían estar causando daño a la gente ante la existencia del agente químico, según investigaciones de la autoridad de salud de Canadá.
Este nanomaterial, derivado del carbono, cada vez gana más réditos en la industria por sus múltiples usos. No obstante, su presencia en cubrebocas de diferente tipo alertó a autoridades canadienses y españolas que pidieron suspender su uso y retirarlos del mercado.
En tanto, la razón de la determinación de varias regiones de España se debe a investigaciones realizadas por el Ministerio de Salud de Canadá, en las cuales advierte un posible riesgo pulmonar por la aspiración de partículas del componente en las mascarillas sanitarias. Una empresa de origen chino era la principal distribuidora de estos tapabocas que los importa en el continente americano, Europa y Asia.
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Al respecto, la evidencia fue encontrada en animales, pues el grafeno tenía potencial de causar un efecto tóxico en los pulmones de estas especies. Sin embargo, afirmaron no tener certeza de un posible daño pulmonar en los seres humanos.
Para prevenir cualquier incidente, las autoridades de ambos países tomaron la decisión hasta no tener resultados con suficiente certeza. Además, en Canadá dieron a conocer una lista de los cubrebocas seguros con materiales transpirables.
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Conduce a trastornos inflamatorios
Así, científicos han documentado con anterioridad que el grafeno, a causa de su composición por nanotubos de carbón, provoca graves daños cuando entra en contacto con las membranas las células del organismo animal o humano. Penetra los tejidos y puede desencadenar problemas inflamatorios que lleguen hasta el cáncer.
La exigencia de llevar cubrebocas se ha vuelto una medida obligatoria a nivel mundial. Toda vez que es uno de los métodos más eficaces para prevenir el contagio del nuevo coronavirus. A pesar de ello, no solo se ha encontrado el grafeno como posible material tóxico. También, dióxido de titanio y dióxido de plata.
