El escritor Andrés Roemer, denunciado de abuso y acoso sexual, huyó de México tras acusaciones de al menos 60 mujeres y ahora vive en Tel Aviv, Israel, donde volvió a acosar a una mujer de 30 años.
CONOCE EL MODO DE RENDIMIENTO DE FORTNITE QUE PERMITE QUE EL JUEGO FUNCIONE MEJOR QUE NUNCA
Andres Roemer se reunió con «Emma» en un bar en Tel Aviv, presentados por una ejecutiva de bienes raíces, quien lo ayudó a comprarse un departamento.
Él le pidió a la ejecutiva que le presentara a una mexicana porque se sentía solo. Así fue como conoció «Emma».
«Emma» contó a Reporte Índigo que no se presentó con su apellido y le dijo que había viajado a Israel para hacer «Alía», palabra utilizada por la comunidad judía que emigra a ese país para retornar a su «tierra prometida».
A ella le pareció raro que ingresara con tanta facilidad en medio de la pandemia ya que no se le permite acceso a extranjeros a menos de que sean casos excepcionales. Él le presumió que ha hecho varias cosas en Israel, incluso hay una calle con su nombre.
Andrés y Emma se reunieron en el Bar 51, donde ella hizo la reservación en la barra para que no se entendiera como una cita. Sin embargo, al poco tiempo ella se sintió acosada.
Ella cuenta que en la conversación, él intentó tomarla de la mano varias veces y le decía de forma reiterada que era bellísima y nunca la hubiera dejado ir como su exnovio.
También la cuestionó sobre cosas que la hicieron sentir incómoda “¿Eres una chica de zapatillas o de bolsa, de mezcal o de vino; del cero al diez, qué tan celosa te consideras… has salido con hombres mayores que tú?”.
Le ofreció a «Emma» trabajar en un proyecto sobre Frida Kahlo donde varias personas invertirían dinero. También le mostró fotos de su casa en la colonia Roma, a donde la invitó.
Tras varios rechazos por parte ella, Andrés le dijo «bueno, ya que no te puedo tener para mí, me gustarías para mi hijo. Mi hijo es muy inteligente, creo que serías fenomenal para él ya que no puedes ser mía», lo que la hizo sentir denigrada.
Fue una de sus amigas mexicanas quien le advirtió con quién estaba hablando, en México lo estaban buscando por abuso sexual.
“Aunque yo no caí, sí me siento víctima en la cuestión de que, aunque intentó un contacto físico, yo me sentí muy incómoda con sus insinuaciones verbales. Es algo de miedo y coraje de saber que esto está sucediendo. Y si alguien no sabe quién está enfrente de ti, puedes estar en peligro”, relató la mujer a Reporte Indigo.