Japón suspendió el jueves el uso de alrededor de 1.63 millones de dosis de la vacuna de Moderna contra el Covid tras detectar contaminación en viales no utilizados. Luego del hecho, el temor crece por la escasez de suministros mientras el país trata de acelerar la inoculación.
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Según el Ministerio de Salud, la contaminación se reportó en varios centros de vacunación. Es posible que se hayan administrado algunas de las dosis, pero por el momento no se han reportado efectos adversos para la salud, señalaron funcionarios.
Takeda Pharmaceutical Co., la farmacéutica japonesa encargada de la venta y distribución de la vacuna en el país, dijo que decidió suspender el uso de las dosis fabricadas en la misma línea de producción como medida de precaución.
Además, pidió a Moderna que lleve a cabo una investigación de emergencia, dijo a instituciones médicas y organizadores que dejen de administrar el fármaco fabricado en España.
El problema con la vacuna de Moderna coincide con el repunte de los contagios en el país. La cifra de nuevos casos diarios bate récords en muchas regiones.
Japón depende por completo de las vacunas de Moderna, Pfizer-BioNTech y AstraZeneca, todas ellas desarrolladas en el extranjero.
La de Moderna está presente desde junio en centros de vacunación a gran escala y en puntos de inoculación en lugares de trabajo. Gracias a esta se ha ayudado a acelerar la campaña.
Alrededor del 43% de la población japonesa completó la pauta de vacunación.
