El grupo militante y antiguo protoestado no reconocido que fue fundado por Abu Musab al-Zarqawi y adquirió protagonismo mundial en 2014 se creía derrotado tras perder el control territorial en marzo de 2019. Sin embargo, recientemente se informó de que los combatientes restantes se estaban reagrupando en tierras bajas al sur de Kirkuk (Irak).
Según Joseph Fitsanakis, profesor de estudios de inteligencia y seguridad en la Universidad Coastal de Carolina, Estados Unidos, la gran mayoría de los partidarios y combatientes del Estado Islámico siguen en libertad. Entre ellos hay mujeres, adultos jóvenes que eran demasiado jóvenes cuando el grupo luchó para proteger su territorio en 2016 y 2017, así como personas que simpatizaban con los puntos de vista y objetivos del ISIS, pero que no eran miembros de sus fuerzas armadas. También hay milicias armadas del Estado Islámico que han huido a zonas de mayoría suní y operan allí bajo la protección de la población local.
«En la actualidad no suponen una amenaza existencial para el Estado iraquí, pero no dejan de plantear amenazas aisladas a las fuerzas gubernamentales iraquíes. Este es el estado actual de la insurgencia del Estado Islámico en Irak», explicó.
Que el ISIS se convierta en una amenaza existencial para la seguridad de la región dependerá del apoyo que tenga entre la población local suní y de la labor de las fuerzas locales. El Estado Islámico ganó mucho prestigio porque tenía un califato físico y no se le debe permitir mantener el territorio.
«Esperemos que las fuerzas locales sean capaces de reprimir al grupo esta vez. Entonces, la intervención de Estados Unidos no sería necesaria», comentó Ivan Eland, investigador principal y director del Center on Peace & Liberty de The Independent Institute. «Estados Unidos debería confiar en las fuerzas especiales iraquíes. Sin embargo, Estados Unidos no debería dejar de alentar a las milicias chiíes vinculadas a Irán para que luchen contra el grupo, pero sólo si éste se les va de las manos. Esas milicias tuvieron un gran efecto la última vez que el ISIS hizo estragos».
Pero, en general, los expertos creen que no hay que temer a ISIS, ya que la situación actual se puede controlar.
«ISIS tendrá altibajos en varias naciones musulmanas. El mundo no debe entrar en pánico», dijo Eland.
Y concluyó: «Las grandes potencias y las potencias regionales deberían señalar qué agravios están fortaleciendo al grupo en un lugar determinado. La comunidad internacional debería centrarse en reducir esos agravios. Los datos demuestran que el poder militar es el medio menos eficaz para reducir permanentemente las insurgencias violentas».
SÍ/NO
¿Puede ISIS recuperar la fuerza?
NO
«Probablemente no. Perdió muchos combatientes cuando se apoderó y luego perdió territorio en Irak y Siria. No está claro cuántos nuevos combatientes ha podido reclutar. Los gobiernos sirio e iraquí se encuentran en posiciones mucho más fuertes que la última vez. A menos que el ISIS sea capaz de reclutar combatientes locales, es poco probable que tenga mucho éxito. Además, el ISIS ya no es la fuerza de combate islamista más destacada. Ahora son los talibanes, por lo que es más probable que los reclutas quieran ir a Afganistán que a Siria o Irak».
Richard Lachmann, sociólogo político y experto en terrorismo de la Universidad de Albany (Nueva York).
SÍ
«Creo que podría recuperar fuerza, porque mientras los motivos de reivindicación estén ahí, puede atraer cierto apoyo popular y nuevos combatientes. Podría parecerse al resurgimiento de los talibanes tras la derrota en Afganistán».
Ivan Eland, investigador principal y director del Centro para la Paz y la Libertad de The Independent Institute.
88 mil
Kilómetros cuadrados es el territorio que controlaba el ISIS en su apogeo, extendiéndose por Siria e Irak.
Líder actual del ISIS
Nombre: Abu Ibrahim al-Hashimi al-Qurashi
Apodo: Haji Abdullah
Nombrado: 31 de octubre de 2019
Edad: 44 años
Alianzas:
Irak baasista (hasta 2003)
Al-Qaeda (2003-2014)
ISIS (2014-actualidad)
Especulaciones: Su verdadera identidad sigue siendo desconocida. Varios medios de comunicación expresaron sus dudas sobre la existencia de al-Hashimi, mientras que otros informaron de que su verdadera identidad es Amir Muhammad Sa’id Abdal Rahman al-Mawla.
ENTREVISTA
Joseph Fitsanakis,
profesor de estudios de inteligencia y seguridad en la Universidad Coastal Carolina, EE.UU.
P: ¿Qué grado de amenaza supone el posible ascenso del ISIS?
- Que el Estado Islámico se convierta en una amenaza existencial para la seguridad de la región (principalmente en Irak y Siria) dependerá del apoyo que tenga entre la población local suní. Este es especialmente el caso de Irak. Desde la caída de Saddam Hussein en 2003, los suníes de Irak se han sentido amenazados por el ascenso de los grupos chiítas apoyados por Irán en Irak. En la actualidad, los chiíes controlan el gobierno y cuentan con el apoyo de una serie de milicias chiíes que no están directamente controladas por el gobierno, y algunas de las cuales están armadas y entrenadas por Irán. Por ello, a menudo los suníes ven al Estado Islámico como un protector de sus comunidades. Esto hace que el Estado Islámico sea popular en ciertas zonas de Irak, dominadas por los suníes.
P: ¿Cómo afectará a Oriente Medio y al mundo?
- Es demasiado pronto para saberlo. Los informes actuales muestran que Al Qaeda y el Estado Islámico actúan principalmente en el África subsahariana, así como en Yemen, la península del Sinaí, Filipinas y Afganistán. Conviene recordar que se trata de grupos globales y que no están vinculados a un Estado o territorio concreto. Son transitorios y muy móviles. Combatirlos requiere un alcance global y una cooperación internacional que a menudo no existe.
P: ¿Qué hay que hacer para evitar la expansión de ISIS?
- El gobierno iraquí debe ser más integrador y reunir a suníes y chiíes. También debe luchar contra la corrupción y la discriminación de los suníes en todos los ámbitos de la vida. Hacerlo contribuirá a convencer a la población suní de que Irak también les pertenece y evitará que apoyen a grupos militantes como el Estado Islámico.
P: ¿Qué más podemos esperar?
- El Estado Islámico seguirá llevando a cabo una guerra de desgaste contra el Estado iraquí, basada sobre todo en tácticas de ataque y huida. Contará con el apoyo de comunidades en refugios seguros de todo el mundo, pero es poco probable que intente volver a construir un califato pronto. Sin embargo, no va a desaparecer. Será una amenaza para la seguridad al menos hasta 2025.