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¿Por qué en México se siguen matando periodistas?

Durante marzo de 2016, tres periodistas fueron asesinados; dos frente a sus familias y a plena luz del día. Además, un periódico cerró por inseguridad.

«¡Adiós!», fue la frase con la que el periódico «El Norte de Ciudad Juárez» anunció la decisión de sacar de circulación su edición impresa; esto, tras más de 23 años. ¿La razón? Una semana antes, el 23 de marzo, asesinaron afuera de su casa a Miroslava Breach, una de sus principales periodistas, quien se disponía a dejar a su hijo en la escuela.

Miroslva es (hasta el cierre de esta edición) el ejemplo más reciente del asesinato de un periodista en México. País donde el año 2016 resultó ser el más violento desde que se tiene registro. Tan solo en el mes pasado tres comunicadores fueron asesinados; dos frente a sus familias y a plena luz del día.

«Lo que documentamos en todo el año 2016 fue un total de 426 agresiones que engloban todo tipo de ataques; físicos, materiales, amenazas y hostigamientos. De este total, 11 fueron asesinatos», nos explica Leopoldo Maldonado, Oficial de Protección y Defensa de Artículo 19 México; organización que desde hace 10 años ha documentado las agresiones contra periodistas en el país. «Ha sido el año más letal para la prensa en México», sentencia.

Al respecto, entrevistamos en llamadas telefónicas separadas a Artículo 19 México, oficina de la ONG Article XIX con sede en Londres; a Armando Rodríguez Luna, especialista mexicano en temas de seguridad y Consultor Freedom House. También al periodista Pascal Beltrán del Río, director editorial del periódico Excélsior.

¿Qué está pasando con los periodistas en México?

Armando Rodríguez: Desde hace unos 10 años están sucediendo una serie de ataques y agresiones constantes para los periodistas y para algunos medios de comunicación.

Es importante la distinción. El periodista está haciendo el trabajo de campo, buscando contacto con los actores que generan la noticia (sociales, políticos o criminales). En un país como México, donde los niveles de corrupción son tan altos, llevar este tipo de contacto implica entrar en esas redes de corrupción y de impunidad.

Esto es lo que ha vuelto altamente vulnerables a los periodistas. Estas redes de corrupción y de impunidad siempre tienen la implicación de intereses criminales.

Es más peligroso en el nivel local, quienes trabajan en los estados, que los que trabajan en nivel nacional.

Muchas veces, los periodistas no tienen los medios para enfrentar este tipo de riesgos.

¿El cierre del Norte, es una acción de autocensura para protegerse?

Pascal Beltrán del Río: Yo entiendo que hay un poco de eso y un poco de motivos económicos. Las dos cosas están mezcladas. Pero, yo no demerito que un periódico tenga que cerrar, son 150 fuentes de empleo. El norte de Ciudad Juárez ha sido un medio con credibilidad, que yo he consultado para hacer mi trabajo.

Es una voz menos para los habitantes de Ciudad Juárez, donde a últimas fechas han vuelto a aparecer fenómenos criminales.

Artículo 19: La autocensura es el extremo al que no queremos llegar. Cada vez es más grande el número de periodistas que optan por esto como forma de sobrevivir.

Armando Rodríguez: Hay estados como Tamaulipas donde la autocensura ya no es suficiente para protegerse

Los mecanismos de protección a periodistas en México

Artículo 19: A pesar de la existencia de mecanismos de protección, de una Fiscalía Especial, no se está logrando el cometido que es proteger a la prensa. No hay una política integral a la protección a periodistas.

Al contrario, son una serie de acciones fragmentadas por parte del estado (a nivel federal y local) que no tienen ninguna consistencia, ninguna coherencia y en este caos es donde la prensa siempre ha salido perjudicada

Uno de los mayores incentivos para que sucedan este tipo de agresiones, son los niveles tan altos de impunidad que impera. Hemos registrado, tan solo a nivel federal, hay una impunidad del 99.75%. Es decir, desde que se creó la Fiscalía de Libertad de Expresión en 2010 a la fecha, solamente se han resuelto 3 casos. Tienen abiertas 800 investigaciones.

Por lo tanto, hay un mensaje muy claro para todo tipo de perpetradores: que nada les va a pasar, no van a rendir cuentas y es por eso que esto sigue sucediendo.

Pascal Beltrán del Río: Ese es el gran problema. No es solo el de los crímenes cometidos contra los periodistas. Es el problema de los delitos que quedan impunes en el país. Cuando no se resuelven delitos como amenazas, extorsiones y asesinatos, es muy probable que vuelvan a ocurrir.

¿Qué opciones tiene un periodista mexicano que es amenazado?

Artículo 19: Se sigue recomendando la activación de este mecanismo de protección. Precisamente porque es responsabilidad del Estado brindar las garantías para el ejercicio periodístico y el mecanismo fue creado y para eso tiene un presupuesto. No podemos de dejar de exigir que funcionen las instituciones.

Ante la evidencia de que hay fallas graves, tenemos que reflexionar sobre las estrategias de autoprotección. En algunas regiones se han creado organizaciones o redes de periodistas que se capaciten en estos temas para lograr una cobertura más segura.

Armando Rodríguez: La verdad es que tienen opciones, pero el problema radica en la efectividad de estas opciones. Una de ellas es la solidaridad gremial y eso no es fácil de alcanzar. El gremio de periodistas se caracteriza por ser poco solidario entre ellos. También por tener pocas posibilidades de desarrollar estos nexos y estos vínculos.

Una de las vías que tendrían que explorar es el de la vinculación con organismos de derechos humanos, al final de cuentas la libertad de expresión es uno de los derechos humanos más importantes y mejor resguardados.

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