Opinión

Zonas erógenas: El placer de saber dónde tocar

Exclusivo para hombres

Cuando nos referimos a la sexualidad humana, varios y complejos son los temas que interesan a hombres y mujeres de manera coincidente, siendo el de las zonas erógenas uno de los que más despiertan las interrogantes de ambos sexos.

Para entenderlas, primero debemos reconocer que no podemos caer en generalidades cuando hablamos de ellas, porque cada individuo tiene posibilidades infinitas de que el cuerpo desarrolle las propias.

Sin embargo, para comprender la complejidad del concepto, por principio de cuentas podemos entender que el significado de las zonas erógenas es: “toda región del revestimiento cutáneo-mucoso susceptible de ser asiento de una excitación de tipo sexual”. 

Esto quiere decir que desde el más visible, hasta el más recóndito de los milímetros de nuestra epidermis (piel) es candidato a ser una zona erógena siempre y cuando la erotización, propia o de alguien más, sea lo suficientemente adecuada para que ésta transmita emociones de tipo sexual.

De acuerdo al Informe Kinsey, publicado en dos libros en 1948 y 1953, gracias a la visión del sexólogo, zoólogo y entomólogo estadounidense, Alfred Kinsey, no hay parte del cuerpo humano que no pueda ser lo suficientemente sensible como para constituirse en erógena para algunos individuos. Así que si nos basamos en la sabia aportación de este brillante hombre ¡el 100% del cuerpo humano es erógeno por excelencia!

Pero lo que a hombres y mujeres nos conviene entender de forma simple y práctica, es que tanto el cuerpo de nosotros como de nuestras parejas tienen zonas erógenas primarias y secundarias. 

Sobre las primeras no hay mucho que decir o señalar, éstas son aquellas involucradas en lo que es la zona genital de cada uno (el pene, el glande, el frenillo de éste y los testículos, esto para los varones; y la vulva, los labios vaginales y el clítoris, para las damas). 

Con respecto a las secundarias, aquí las posibilidades son prácticamente infinitas, porque cada área corporal representa una oportunidad para erotizar a nuestra pareja: el cuello, la nuca, los brazos, los dedos (de las manos y los pies), el vientre, la espalda, el pecho y los pezones, las piernas (de arriba a abajo, partes frontal y posterior, caras interior y exterior), las muñecas, los tobillos, las ingles… ¿olvidé alguna?

Lo cierto es que no debemos olvidar jamás que la respuesta que obtendremos será proporcional a la sensibilidad e intensidad que apliquemos. 

En esa exploración del cuerpo de nuestra pareja cabrá hacer un mapa mental de todas esas zonas que recorramos para que tengamos siempre presente dónde le gusta ser acariciad@ y dónde no; también habrá que memorizar en qué área manipularemos con cariño y delicadeza y en cuál otra se puede ser más atrevid@s y aplicar una mayor presión o fuerza… ¿o qué tal tocar con algo más que no sean nuestras manos: un codo, un pie, la lengua, la nariz, un hombro, la rodilla? ¡Anímense!

Pero eso sí, jamás pasen por alto que nuestra zona erógena más sensible es la mente. Y no olviden que todos los sábados los espero en punto de las 23:00 horas en su programa Exclusivo para hombres, que se transmite por Telefórmula (121 de Cablevisión y 121 de Sky).

El top 10 de ellas y ellos         

– Cuando de zonas erógenas se trata, no podemos hablar en términos generales. Puede ser que entre hombres y mujeres existan algunas similitudes en cuanto a aquellas áreas de su cuerpo factibles a proporcionarles mayor placer cuando éstas son manipuladas. Sin embargo, de acuerdo a una encuesta realizada en 2008 por el diario español 20 Minutos éste es el top 10 de las zonas erógenas de ellas y de ellos.

– Ellas: Clítoris, senos, cuello, hombros, nalgas, boca, perineo, espalda, orejas y piernas (la cara interior de los muslos y las ingles).

-Ellos: Pene, cuello, labios, nalgas, torso, pezones, espalda (la parte baja), orejas, piernas (los muslos) y axilas.

¿Qué escuchar?

Acaríciame, María Conchita alonso, 1984

Esta canción, con la que abre su quinto álbum titulado simplemente María Conchita, esta cubano-venezolana se dio a conocer en todo el mundo de habla hispana y no es para menos, la letra es un alarde de erotismo.

¿Qué leer?

Tócame aquí, 2007

A lo largo de sus 304 páginas, este libro de la islandesa Yvonne K. Fullbright, maestra en sexualidad humana por la Universidad de Pensilvania, nos sumerge al apasionante mundo del cuerpo humano y esas zonas que tenemos para goce y disfrute de nuestra sexualidad.

¿Qué ver?

El imperio de los sentidos 1976

Coproducción franco-japonesa, dirigida con maestría por Nagisa Oshima que nos cuenta la historia de una ex prostituta que trabaja en un hotel y que se hace amante del dueño de éste. Ambos viven una tórrida e inédita manera de disfrutar su sexualidad.

Contexto

Las zonas erógenas son todas aquellas partes del cuerpo humano (no exclusivamente los órganos genitales) que presentan una mayor sensibilidad o cuyo estímulo tiene como finalidad y resultado activar sexualmente a una persona. Distintas zonas del cuerpo pueden resultar más o menos erógenas en cada persona; es decir, hay en este sentido grandes diferencias individuales, siendo las más comunes el cuero cabelludo, los ojos, los oídos, los labios, la lengua, el cuello, los pezones, el ano y la zona interior de los muslos. En cuanto a las genitales masculinas podemos considerar el glande y el prepucio del pene, los testículos y el rafe perineal; y las genitales femeninas son el capuchón clitoral (prepucio del clítoris), el clítoris, los labios menores de la vulva, la vagina, el perineo y el rafe perineal.

Fuente: Wikipedia

Consultorio (NO) sexual

Darío, mi esposo, constantemente me reclama que nuestra intimidad cambió dramáticamente de como era en nuestro noviazgo a como es en nuestro matrimonio. Y tiene razón. Desconozco la razón por la cual antes yo podía estimularle ciertas zonas de su cuerpo (el ano, por ejemplo) para excitarlo y ahora ya no puedo hacerlo, porque siento incomodidad e incluso repulsión. ¿Estoy mal?

Belinda Montúfar (Los Mochis, Sinaloa)

Respuesta: Efectivamente, Belinda, sí estás mal. Tu rol de amante no debió de haber cambiado una vez que te casaste con Darío. Es importante que platiques honestamente con tu marido… Incluso, te sugiero que acudan a terapia da pareja para solventar esta situación.

Vía Facebook

•   Renée García. “Para mí, la zona más erógena que tengo son las muñecas, las manos con sus dedos y el perineo. Espero mi aportación sea de utilidad”.

•   Gabriel Cruz. “Las fosas nasales… porque es a través de ellas que percibimos los olores de las personas y esto también puede producir excitación y placer”.

•   Jorge Antulio Zúñiga. “Las axilas”.

•   Patricia Angélica Hernández. “Lo interesante de tocar las zonas erógenas de la pareja sería tocarlas con algo más que sólo las manos, incluso con objetos de texturas o temperaturas diferentes… ¿qué tal un cubo de hielo?”.

Para reír…

Chicos y chicas… sus zonas erógenas.

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