Están por todos lados. Prácticamente hasta por debajo de las piedras podemos encontrarnos con una de ellas. Se hacen presentes en la vida de los hombres desde edades muy tempranas (¡cómo olvidar a nuestra mamá cuando salía a ahuyentarlas cuando querían “victimizar” a alguno de nuestros hermanos!).
¡Exacto, adivinaron! Me refiero a las busconas, esa peligrosa especie femenina que desde tiempos ancestrales se reproduce como la humedad para peligro de muchos hombres.
Sin embargo, este tipo de mujeres, cuya principal característica es desconocer el significado y las implicaciones de la palabra “no”, no surgen por generación espontánea o son producto de las peores pesadillas masculinas.
Nada de eso, las busconas, la mayoría de las ocasiones moldean y fundamentan su molesto comportamiento gracias a los hombres, pues son ellos mismos quienes provocan que una fémina se transforme a grado tal que en ciertos casos ha llegado a ser necesario interponer hasta una orden de restricción.
¿Qué es lo que hace la buscona que la vuelve tan molesta e, incluso, tan peligrosa? Simple. Se trata de mujeres (jóvenes y adultas por igual) cuya autoestima se encuentra tan deteriorada que son incapaces de entender y asimilar cuando un hombre las está haciendo receptáculo de su rechazo. Y éste (el rechazo), sin importar que sea educado o airado, a ellas prácticamente no les importa porque, desde niñas fueron educadas por sus padres de tal manera que las hacen creer que son las reinas del universo y que todo aquello que esté dentro de él les pertenece… incluidos los hombres.
Lo anterior deriva en conductas obsesivas de distinto calibre, las cuales pueden traducirse en acosos de todo tipo: llamadas telefónicas constantes, irrupciones en el domicilio, trabajo o escuela del afectado, espionaje del afectado directo o personas relacionadas con él (la novia, la esposa, los hijos, el resto de la familia), atacar y destruir los bienes y las posesiones de aquél que han decidido convertir en objeto de su deseo… ¡De verdad, estas mujeres son algo serio!
En nuestra sociedad, permeada por el machismo desde tiempos ancestrales, de repente suele convertirse en una jocosa circunstancia que en la vida cotidiana de un hombre haga acto de presencia una buscona (que puede ser una amiga, una compañera del trabajo, una ex novia incapaz de comprender que el noviazgo ya se acabó o simplemente una desconocida).
En una primera instancia quien está siendo víctima de este tipo de mujeres suele sentirse halagado –¿por qué no?, a cualquier hombre le infla el ego que una dama lo “persiga”– o incluso divertido; pero una vez que la insistencia se convierte en acoso, entonces hace su aparición un desagradable sentimiento de persecución que en ningún momento desaparece porque esta mujer prácticamente tiene la agenda y los horarios de todas las actividades del afectado.
¿Se trata de una situación que requiera de ayuda legal? Sí. ¿Estamos hablando de una persona (quien ejerce el acoso) que necesita de ayuda profesional? Definitivamente. En serio, no es algo que deba tomarse a la ligera, las busconas son mujeres a las que no sólo “les falta un tornillo”, sino que también pueden convertirse en un verdadero dolor de cabeza. Así que ¡mucho cuidado!
Y no olviden que todos los sábados los espero en punto de las 23:00 horas, en su programa Exclusivo para hombres, que se transmite por Telefórmula (121 de Cablevisión y 121 de Sky).
MARILYN: HERMOSA, PERO BUSCONA
Poseedora de una belleza inusitada y considerada el máximo símbolo sexual de la cinematografía, Marilyn Monroe (1926-1962), a pesar de su enorme magnetismo y fama, debido a su impredecible carácter (delimitado por su baja autoestima y su adicción a algunas drogas) siempre le provocó innumerables sinsabores y desaguisados con sus parejas sentimentales; de los cuales algunos fueron casados, situación que no le representaba ningún inconveniente a ella.
Caballeros como James Daugherty (su primer esposo), Elia Kazan, Marlon Brando, Tony Curtis, los hermanos Kennedy (John y Robert), Frank Sinatra, el beisbolista Joe DiMaggio, Arthur Miller e Yves Montand fueron algunos de sus amo-res, que lo mismo disfrutaron de su belleza y también padecieron sus obsesiones.
¿Qué escuchar?
Güera
Alejandra Guzmán, 1991
Extraído de su cuarto álbum titulado Flor de papel, este tema de la Guzmán epitomiza cuán molesta puede llegar a ser una mujer buscona, nada más que en este caso se encontró con “la horma de su zapato”.
¿Qué leer?
¿Cómo encontrar a tu príncipe azul y no morir
en el intento? 2008
El título es todavía más largo, kilométrico, pero más allá de eso, es una guía perfecta a cargo de Lisa Helmanis, editora de Red Online, donde explica a grandes rasgos el tipo de mujeres que prefieren los hombres y por qué les gustan tanto las facilonas y busconas.
¿Qué ver?
La buscona
1970
Y para aquéllos que piensan que éste es un tema reciente, mejor échenle un vistazo a esta película del director Emilio Gómez Muriel, filmada ¡hace 43 años!, protagonizada nada menos que por Isela Vega, quien luce magistral como la reina de las busconas.
Vía Facebook
• Miguel Ángel Díaz Barreriro: “¡Las adoro!”.
• José Adrián Morales: “Han sido irrelevantes en mi vida. No despertaron algún interés en mi porque ya había llegado a mi vida la mujer que capta toda mi atención: mi esposa”.
• José Reyes G: “Basta con que uno les ponga un alto para que eso se termine. Si hay busconas o buscones es porque hombres y mujeres estamos dando pie para ese juego”.
• María Teresa Priego: “Vaya que se trata de una oscura compulsión. Las hay de las que le saltan encima a los enamorados, a los novios de sus amigas, al que se deja… pero son infinitamente tristes”.
• Leonardo Nieto: “Son desesperantes, te sientes acosado y más cuando ya tienes una nueva relación”.
Consultorio (NO) sexual
Estoy desesperada. Hace tres años terminé con mi novio y yo nunca estuve de acuerdo con esa ruptura porque yo lo amaba profundamente… y lo sigo amando. Hace un mes me enteré por medio de una amiga que mi ex está a punto de casarse con otra mujer, pero no sé de qué manera detener esa boda.
Anónima (Reynosa, Tamaulipas)
Respuesta: ¿estás completamente fuera de sí, qué pretendes con querer sabotear una boda? Tienes un problema de autoestima muy severo, requieres de ayuda psicológica inmediata. Nadie en su sano juicio debe vivir de los recuerdos; debes superarlo y retomar tu vida.
Para reír…
Una mujer de muy buen ver bebía un martini en la barra de un bar. Enseguida se sienta un caballero que tampoco estaba de mal ver, la mujer le echa un ojo, le gusta y de inmediato lo aborda.
– Hola, fíjate que soy una mujer decidida, si alguien me gusta no pierdo el tiempo, pongo mi ojo en el objetivo, echo mano de mis mejores tácticas de seducción, si es necesario tomo la iniciativa, estoy dispuesta a buscarlo hasta el lugar más recóndito del universo con tal de alcanzar mi meta: en su casa, en su escuela u oficina, en su gimnasio, al lugar donde pasa sus vacaciones…
Hasta que el hombre la interrumpe y le contesta:
– ¡Ah, súper! ¿Tú también trabajas en Hacienda? ¡Mucho gusto!
Contexto
La autoestima es un conjunto de percepciones, pensamientos, evaluaciones, sentimientos y tendencias de comportamiento dirigidas hacia nosotros mismos, nuestra manera de ser y de comportarnos, así como los rasgos del cuerpo y nuestro carácter. En resumen, es la percepción evaluativa de uno mismo. La importancia de ésta estriba en qué concierne a nuestro ser, a nuestra manera de ser y al sentido de nuestra valía personal. Por lo tanto, puede afectar la forma de estar y actuar en el mundo y de relacionarnos con los demás. Nada en nuestra manera de pensar, de sentir, de decidir y de actuar escapa a la influencia de la autoestima, la cual se conforma primordialmente por dos aspectos: el aprecio que se tiene uno mismo (amor propio, confianza, pericia, suficiencia, etc.) y el respeto y estimación que se recibe de otras personas (reconocimiento, aceptación, aprecio, cariño, etc.). Fuente: Wikipedia
Opinión
Yazmín Alessandrini
yazminalessandrini
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