Opinión

Dilema: ¿hacer lo correcto o hacer lo que nos conviene?

La disyuntiva ahí está, existe desde tiempos inmemoriales: ¿hacer lo correcto o hacer lo que nos conviene? O como nos aconsejaba la abuela: dejar de lado esas “tonterías” de andar enamorándonos y mejor emparentar con alguien de buena familia, con apellido de abolengo  y con una posición económica desahogada, aunque no estemos enamorados de él/ella.

“Piensa con la cabeza y no con el corazón”, solía decirnos.

Sin embargo, para fines prácticos, una gran cantidad de hombres y mujeres (cuando menos refiriéndonos en términos de nuestra tan vapuleada sociedad monolítica) la mayoría de las veces suelen actuar a referencia de sus sentimientos cuando se trata de buscar y elegir a una pareja. Nos dejamos llevar por lo que nos dicta el corazón y punto. Pero, en contraparte, también hay aquéll@s que anteponen siempre la razón incluso para las cuestiones amorosas. Y no podemos acusarlos de egoístas o mercenarios porque, a final de cuentas, desde niñ@s fueron educad@s, para sacar el mejor provecho de las situaciones que se les presentan y si en sus posibilidades pueden elegir a una persona (aun sin amarla o con quien tengan un vínculo emocional sólido) que les represente un beneficio para sus aspiraciones económicas o sociales, indudablemente lo harán.

¿Qué tan correcto y honesto puede ser eso (construir un proyecto de vida con una persona a la que no se ama)? La respuesta a esta interrogante es totalmente subjetiva. ¿Por qué? Porque simple y llanamente todo depende en relación a la escala de valores que cada persona maneja en su vida diaria. Hablando a título personal, yo jamás haría algo así, para casarme con alguien tengo que estar 100% enamorada y amando al hombre con el que me uniré; pero mi vecino (supongo, no lo tomen literal) probablemente se sentirá como vinculándose con una mujer de padres multimillonarios que como regalo de boda le obsequiarán un departamento en Santa Fe, una camioneta blindada y una jugosa cuenta bancaria de varios ceros, aun sin siquiera sentir amor por la interfecta o, peor, sin siquiera sentirse atraído físicamente hacia ella.

Hacer lo correcto o hacer lo que nos conviene acarrea consecuencias sumamente complejas a nuestras vidas y más cuando se trata de una relación amorosa porque, no debemos olvidar, al involucrarnos con otra persona debemos considerar que sus sentimientos son tan importantes como los nuestros. Y si actuamos en forma convenenciera y/o egoísta, omitiendo considerar lo que piensa y lo que sienta él/ella, prácticamente desde un inicio nos estaremos involucrando en una sinergia en la que estaremos jugando injustamente con el corazón de alguien más y eso no sólo es injusto, es deshonesto.

Por todo lo anterior, querid@ amig@ lector@, te invito a actuar con total transparencia y honestidad en torno a una cuestión sumamente delicada. Si todo lo anterior te parece un argumento lo insuficientemente convincente, entonces no descartes los rebotes del karma. Lo importante es que no juegues ni con tu corazón, ni con el corazón de alguien más, aunque la abuela te haya dicho que te cases con un@ millonari@.

Y no olviden que todos los sábados los espero en punto de las 23:00 horas, en su programa Exclusivo para hombres, que se transmite por Telefórmula (121 de Cablevisión y 121 de Sky).

Contexto

Un matrimonio de conveniencia es aquel casamiento fraudulento que se produce fundamentalmente para obtener beneficios jurídicos, económicos o sociales sin que exista un vínculo sentimental entre los contrayentes. A veces también recibe el nombre de “matrimonio blanco” (derivado de la expresión francesa mariage blanc), por la carencia de relaciones sexuales entre quienes lo llevan a cabo. También existen los matrimonios concertados o arreglados, que son aquéllos que están pactados sin concurso de la libertad de los contrayentes y son muy comunes en países como India, China, Japón, el mundo árabe, algunas partes de África y en regiones indígenas de Latinoamérica, incliuido México. Estas uniones sirven para preservar o limitar el acceso a un cierto orden económico y social a través de pactos entre familias y no mediante el compromiso de los cónyuges con el otro y se trata de matrimonios que empiezan sin amor, sino con normas impuestas por su entorno social.
Fuente: Wikipedia

Bella mujer árabe busca marido

Se trata de una historia 100% verídica. Hace tres años, una misteriosa mujer de posición económica más que desahogada, al ver que sus primeros dos matrimonios naufragaron debido a que los interfectos sólo buscaban su dinero, publicó en los diarios Alhiyad y Emirates 247 una muy sui géneris convocatoria: “Se busca marido fiel para una mujer bella y millonaria”.

En ambos periódicos se podía leer “se busca un esposo culto, maduro, respetuoso y deberá darme seguridad, cariño, amor, calor y que pueda administrar mis negocios”. Los aspirantes debían tener entre 50 y 60 años de edad, y ella daría a conocer su identidad hasta haber elegido al apropiado. Desafortunadamente sigue sin encontrarlo.

¿Qué escuchar?

ESCUCHA A TU CORAZÓN
LAURA PAUSINI, 1996

En su tercer disco de estudio, esta extraordinaria cantante italiana de pop ofrece una introspectiva visión de lo importante que debe ser para todos perseguir todo aquello en lo que creemos sin importar lo que los demás opinen. 

¿Qué leer?

En esta joya de la literatura latinoamericana escrita por la periodista y feminista peruana Mercedes Cabello de Carbonera encontraremos los convencionalismos que imperaban en aquella época, pero que hoy todavía persisten.

¿Qué ver?

MATRIMONIO POR CONVENIENCIA

2003

Este filme estelarizado por Andie MacDowell y Gérard Depardieu es un ejemplo contundente de cómo en las relaciones de pareja un hombre y una mujer suelen aspirar a cosas distintas… y no siempre es el amor.

Para reír…

Una chica le hace una pregunta a su amiga:

—Sofía, ¿a ti te ha pasado querer a un chico de manera diferente a como te quiere él a ti?

—¿A qué te refieres?

—A que, por ejemplo, tú le quieras como amante y él te quiera nada más como a una amiga.

—No. A mí me ha pasado que yo lo quiera ver a él ahogado y él me quiera ver a mí atropellada.

Consultorio  (NO) sexual

Pregunta: Provengo de una familia de abolengo venida a menos. Por más que me esfuerzo no he prosperado en mi negocio. Ya no soy ningún bisoño (tengo 29 años), sin embargo mi madre está terca en arreglarme matrimonio con la hija de unos amigos suyos archimillonarios. Ella cree que eso nos pondrá de nueva cuenta en las crónicas de sociales y demás frivolidades, pero lo cierto es que a mi está chica ni siquiera me gusta y (reconozco) yo tampoco parezco gustarle a ella. ¿Qué me aconsejas?

José Manuel Jiménez (Ciudad de México)

Respuesta: Para empezar, ya no eres ningún chamaquito, así que toma las riendas de tu vida de una buena vez y hazle saber a tu madre y al resto de tu familia cuáles son tus verdaderas aspiraciones.

Vía Facebook

• María de Lourdes Amores.“Si no te aman, aunque se te rompa el corazón debes salir de esa relación. Tienes que poner límites, porque no hay verdugo sin víctima”.

• Abril Muñoz Brett.“Es la disyuntiva de siempre, entre lo que realmente queremos y lo que nos conviene “.

• Alejandro Rodríguez . “Real deal: ‘No luce muy guapo, así que interpreto que es de dinero’, ¿o estoy mal? Pero ¿qué pasa si es lindo y nunca da golpe pero resulta ser un flojonazo de por vida?”.

• Nieves Alverdi. “Es el consejo más práctico del mundo, claro que aquel que nos ame también debe tener algún encanto que nos atraiga”.

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