La Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas, celebrada del 19 al 21 de Abril, ha abordado uno de los temas de mayor importancia para el futuro de nuestro país: “El problema mundial de las drogas”.
Dicho evento, conocido como UNGASS16 (United Nations General Assembly Special Session 2016), estaba planeado para 2019. Sin embargo, debido a que dicho fenómeno se ha intensificado, a petición de México, Colombia y Guatemala, se adelantó su realización.
Para muchos, este foro representaba una enorme oportunidad para mostrarnos como un país con liderazgo, decidido a apostar con fuerza por nuevas ideas y visiones. Un México comprometido por construir alianzas en el mundo, que permitan enfrentar los problemas de una manera diferente para resolverlos. Pese a ello, Enrique Peña Nieto no tenía la intención de asistir.
La Cumbre de la ONU representaba para el gobierno federal, el espacio idóneo para ponerse al frente de una agenda internacional que busca opciones frente al fracaso de la guerra contra el narcotráfico. Incluso, presumir con convicción el debate que arrancó sobre marihuana, con la resolución de la SCJN, para abanderar y priorizar políticas de prevención de adicciones, y principalmente en materia de regulación.
El problema de las drogas asfixia a México día con día. Las muestras de que se ha salido de las manos de las autoridades no son pocas. La actual administración federal ha enfrentado severas crisis enraizadas en este cáncer: Tlatlaya, Iguala-Ayotzinapa, Tanhuato, la fuga del Chapo, Temixco, y una larguísima lista de casos que suman ya 125 mil muertos. El gobierno y su política de drogas están colapsados.
De acuerdo con diversos especialistas, las ganancias que genera la marihuana en nuestro país, son superiores a los 2,000 millones de dólares anuales. Las estimaciones sobre el valor del mercado minorista de la cannabis, contenidas en el Informe Mundial sobre las Drogas de 2012, señalaron un valor de 141 mil millones de dólares.
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En este contexto, el 5 de noviembre de 2015, la Corte declaró inconstitucional la prohibición del consumo de marihuana, mediante un amparo a cuatro quejosos, para que consuman, siembren, cultiven, cosechen, preparen, posean y transporten este insumo para autoconsumo lúdico y recreativo.
A partir de la ponencia del Ministro Saldívar, se han realizado decenas de foros sobre este tema que preocupa desde la perspectiva de violencia, seguridad, economía, salud pública, y derechos humanos. Por estas razones, fue tan criticada la decisión original de Peña Nieto, de no asistir al pleno de la UNGASS16.
Frente a la presión social, el Titular del Ejecutivo cambio su decisión y finalmente decidió presentarse en la ONU el martes pasado. La triste justificación que nos dio su oficina, fue que el Primer Ministro de Italia, Matteo Renzi, había atrasado su visita a México. ¡Esto abrió un hueco para darse una escapada, y de pisa y corre, exponer uno de los temas más fundamentales para nuestro país!
Al final del día, el Presidente dirigió un mensaje plagado de lugares comunes, apresurados y que vuelven a evidenciar la falta de compromiso de ir a fondo en este tema. Su posición, la de siempre, la visión minimalista; la que sólo busca el uso “médico y científico”. Desdeña por enésima vez el debate de fondo, el que consiste en tomar de frente el problema y regularlo en la amplitud del concepto.
Habló de derechos humanos y de descriminalizar el consumo. Pero son simples frases, pues no las liga a una reflexión que incluso ya estableció el máximo tribunal; ampliar el consumo legal a partir de la libertad y posibilidad de elegir.
Nos avisa que habrá anuncios próximamente en esta materia, pero se darán aquí en México. Es obvio, aquí el aplauso resulta más fácil.
Frase
UNGASS 2016 representaba una enorme oportunidad para mostrarnos como un país con liderazgoDecisiones de País