Opinión

La columna de Toño Esquinca: una buena vida

Estamos aquí para aprender, y es todo lo que nos llevamos, junto con aquello que hemos sido capaces de abrazar con toda el alma, literalmente, y amado sin condición alguna

Si usted goza de tener un lugar donde vivir, tiene sustento, vestido y lo que puede denominarse como una vida buena, aprovéchela para crecer en conciencia, para evolucionar en todo sentido. Esto es una gran inversión, primero para usted, y luego para las generaciones que le siguen. Una vida así es digna de no desperdiciarse en banalidades, o en cosas que sólo representan una satisfacción momentánea sin trascender en su mente universal.

Estamos aquí para aprender, y es todo lo que nos llevamos, junto con aquello que hemos sido capaces de abrazar con toda el alma, literalmente, y amado sin condición alguna. Aproveche ese instante llamado vida para abarcar lo que pueda del conocimiento, del arte, de las virtudes humanas, aventúrese en ir más allá de cualquier placer elemental: descubra el gusto por aquello que en algún momento le inculcaron como deber u obligación, transformándolo con su propio conocimiento de las cosas.

Convierta el ser bueno o ser mejor por imitación, en serlo porque ha descubierto una fórmula a través de su viaje. Aproveche si le queda tiempo libre para actividades recreativas, es decir, donde vuelva a crearse. Ocupe su mente con buenas lecturas, no sólo la distraiga, sino cultívela; al igual que el cuerpo. Rompa la inercia de obedecer sólo lo que el cuerpo le pide, recuerde que usted debe ser el comandante, y éste obedecerá si usted toma el lugar que le corresponde. Invierta en mejorar su autovalía, para que se ofrezca a sí mismo grandes cosas, para que pueda romper sus limitaciones y para que pueda ofrecerles a los demás su mejor versión.

Si goza de bienestar, no se pierda en el ocio ni en el desperdicio de sus recursos más finos: los de su mente y su corazón; préstese al servicio de la vida en donde le corresponda, y verá como recibirá retribuciones que nunca imaginó.

Una vida así se considera un regalo en muchas tradiciones espirituales, porque es donde más podemos crecer al no tener que invertir todo el tiempo y la energía en lidiar con una dificultad de grado máximo. No se distraiga creyendo que venimos a lograr sólo la riqueza material, porque de esto no obtendremos más que las experiencias que elijamos vivir.

Saque ventaja de tener lo que desea, en el mejor de los sentidos, no para ser una persona ventajosa, ni soberbia, sino para ser más sencilla y humilde, pues esto le dará inmunidad para afrontar los cambios tan abruptos que de pronto la vida nos depara. Vea en los demás el rostro de sus seres más queridos, para que los respete, los cuide y los procure, y para que entonces el Universo lo respete, lo cuide y lo procure a usted. No es una cuestión de premio y castigo, sino de tomar el camino de la inteligencia superior, que todo lo ajusta en perfecto balance.

Todo lo que tenga, bueno y malo, agradézcalo, para que tenga más de lo que quiere, y si tiene más cosas buenas, reinviértalas en su misma especie. Usted es el gran agricultor de su propia vida, y como nos han mostrado los sabios ancestros de todas las culturas: cuando haya buena siembra y buena cosecha, aproveche para cultivar, y para ahorrar todas las bonanzas.

* Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de quien las escribe y firma, y no representan el punto de vista de Publimetro.

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