Más allá de la publicidad, una cosa es segura: ¡Qué bien se siente dar algo, sin esperar nada a cambio!
La ciencia de la generosidad
La generosidad tiene un efecto poderoso sobre nosotros y todos hemos sentido esa sensación, ¿no es así? Ese calor en nuestro corazón que nos dura mucho.
De a cuerdo al estudio: Gastar en los demás genera felicidad, al usar nuestro dinero en alguien más la ‘recompensa emocional’ es mucho más grande y duradera que hacerlo en nuestros pequeños caprichos.
Por eso, nos sentimos bien al regalar y al donar. Y ese es el tema del que quiero hablarles esta vez.
Al igual que traer un auto último modelo, donar es reflejo de que ‘estamos haciendo bien las cosas’, pero con una diferencia. En el primer caso es algo que se queda sólo en nosotros y en el segundo ayudamos a mejorar la vida o la situación de alguien.
Es un poco de “devolverle a la vida, algo de lo bueno que nos ha dado”. La temporada navideña se presta para eso, así que tómala como una opción para generar un pequeño cambio en ti y a tu alrededor.
PUBLICIDAD
Aquí te dejo algunas recomendaciones para que, si te animas a hacerlo, lo hagas con el pie derecho:
1. Busca organizaciones con las que te sientas identificado: actualmente hay muchos tipos de organizaciones que buscan ayudar de diferentes maneras, selecciona alguna con la que te sientas comprometido para que empieces a poner tu granito de arena.
2. Poco a poquito: en lugar de aportar una gran cantidad de golpe, trata de hacerlo de manera constante y en pequeñas cantidades. Esto no sólo te permitirá administrar mejor tu dinero y comprometerte más con una causa.
3. No todo se trata de dinero: a veces donar nuestro tiempo es lo mejor que podemos hacer. Busca lugares donde puedas donar parte de tu tiempo de manera recurrente o de vez en cuando. Después de hacerlo, tu visión del mundo cambiará radicalmente.
4. Sólo hazlo si te sientes listo: todo en la vida es un proceso. Hay veces que no estamos listos o que tenemos dudas, demasiadas. Cada quien debe decidir en su momento y no antes. Es importante que no te sientas presionado a hacerlo, porque en lugar de sentirte bien por ayudar, pasará lo contrario. Tómate tu tiempo y hazlo cuando estés listo.
5. Valora todo lo que tienes: donar tiene otro efecto, te hace valorar todo lo que tienes, lo que has logrado. Y una cosa más, ese acto de reflexión, al final hace una diferencia en cómo usamos el dinero y para qué.
Como siempre les deseo buenos pesos, que nos decidamos a ayudar y de paso cambiar un poquito este mundo donde todos vivimos y soñamos.
Hasta la próxima.