Vence a las emociones negativas

La actual es una generación de hombres y mujeres con muy poca tolerancia a la frustración

La actual es una generación de hombres y mujeres con muy poca tolerancia a la frustración. A lo largo de nuestra vida, desde la niñez, pasando por la adolescencia o juventud y concluyendo en la edad adulta, los seres humanos afrontamos a diario infinidad de situaciones o circunstancias que ponen a prueba nuestro carácter, algunas de estas vivencias provocan que brote lo mejor de nosotros mismos y reaccionemos positivamente; sin embargo, por otra parte, en ocasiones no somos capaces de manejar ni controlar nuestro entorno y es ahí cuando dejamos que se asome lo peor de nosotros mismos, lo que da pie a que aparezcan (y nos dominen) las llamadas emociones negativas.

Éstas, tanto las positivas como las negativas, destacan los especialistas, son reacciones psicofisiológicas que todos experimentamos ante determinadas circunstancias y no permiten o nos impiden adaptarnos al entorno inmediato que se nos presenta. Ocupándonos en esta ocasión exclusivamente de las negativas, podemos destacar que son aquellas que implican sentimientos desagradables, valoración de la situación como dañina y la movilización de muchos recursos para su afrontamiento, siendo las más básicas el miedo, la ansiedad, el enojo, la hostilidad, la tristeza y el asco.

Bajo este contexto, cabe destacar que sentir es inherente al ser humano. Sin embargo, no todos reaccionamos de la misma manera ante las emociones negativas, porque mientras unos se ven abrumados y sobrepasados por éstas, existen otras personas que apenas se dan permiso de sentir un poco y todo esto depende de la asertividad que hemos logrado desarrollar a lo largo de nuestra vida para que éstas nos afecten en mayor o en menor medida.

Dentro del extenso catálogo de emociones negativas humanas existentes, definitivamente las tres más importantes son: el enojo, el miedo y la tristeza. Cada una con sus peculiaridades, son sensaciones que todos conocemos porque lo largo de nuestra vida nos hemos sentido enojados, temerosos o tristes por “equis” o “ye” circunstancia.

Para ejemplificar estas tres emociones negativas podemos tomar como botones de muestra que 1) el enojo lo sentimos cuando nuestr@ novi@ nos pone el cuerno y nos enteramos; 2) el miedo lo experimentamos cuando caminamos por una calle oscura de un barrio peligroso a altas horas de la madrugada y 3) la tristeza hace presa de nosotros cuando nos enteramos de la muerte de un ser amado. Todas estas situaciones se presentan cotidianamente en la vida de todos nosotros y aunque cada uno reacciona de manera distinta ante ellas lo cierto es que tomando en cuenta el estado de ánimo que permee en nosotros al momento que se presentan nos pueden afectar mucho, poco o (por muy increíble que parezca) nada.

Para superar en una primera instancia estas tres emociones negativas, a los enojones les sugiero que trabajen en cultivar una mayor empatía, tolerancia y flexibilidad; los miedosos pueden ir superando esa condición buscando vincularse poco a poco con su yo interno y actuar con base en la aceptación y no de acuerdo a la crítica; mientras que aquellos que son proclives a la tristeza requieren urgentemente desarrollar esperanza y generar independencia emocional. No estoy diciendo que sea fácil, pero es posible.

Y no olviden que todos los sábados los espero en punto de las 23:00 horas en su programa “Exclusivo Para Hombres”, que se transmite por Telefórmula (121 de Cablevisión y 121 de Sky).
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