Conocí a René cuando íbamos en la Universidad y la última vez que nos vimos fue hace más de dos años. La buena noticia es que él es de esas personas a las que puedes seguirles la pista por Facebook.
En su foto de perfil, donde luce su sonrisa blanca y el pelo revuelto, posa junto a dos chicas. Una de ellas tiene piel morena y cabello rizado; la otra tiene piel clara y el cabello lacio. Mis habilidades de stalker (sí, René, estuve tres horas viendo tus lindas fotos) me dicen que se fueron a un día de montaña.
“En los últimos años conocí mucha gente de todas partes del mundo”, me dice por teléfono cuando le cuento que vi sus fotografías. “Cuando viajas y te quedas en hostales, conoces personas y eso es lo que más me gusta”.
René empezó a viajar en 2015 cuando en su trabajo, que era una empresa israelí de tecnología con operaciones en México, le permitió trabajar desde casa. Obviamente René –como es muy listo –aprovechó la oportunidad para viajar. La primera parada fue Tulúm y no paró sino hasta llegar a Vietman.
¿Cómo empezó todo?
Empecé a viajar en 2015 cuando la empresa donde trabajaba nos dejó hacer home office. Eso yo lo vi como una oportunidad para poder viajar porque yo ya traía muchas de visitar algunos lugares de México. El primer viaje que hice fue a Tulúm, en Quintana Roo, luego regresé al DF pero durante el año seguí haciendo viajes a Baja California, Chiapas y otros lugares.
¿En qué momento dijiste: ‘quiero hacer un viaje por el mundo’?
En uno de los viajes que en México conocí a un chico alemán, que es más joven que yo, pero que había estado por todo el mundo. Él me platicó sobre Asia y desde ese momento me quedé con la idea.
En los últimos meses de 2016 se terminó mi contrato con la empresa para la que trabajaba, entonces me fui a Playa del Carmen y ahí fue donde decidí buscar (por internet y apps) vuelos y hospedaje en Asia.
¿A qué parte de Asia fuiste?
Llegué a Hanói, que es una ciudad de Vietnam, después a Camboya, Corea del Sur y al final llegué a Estados Unidos, donde estuve unos días antes de regresar a México.
¿Ahorraste para el viaje? ¿Te preparaste de alguna forma?
Cuando estaba en Playa del Carmen yo tenía un dinero ahorrado. Por eso me pude ir. Y algo muy importante es que antes de irme pagué todas mis tarjetas. Otra cosa es que siempre busqué hospedarme en hostales o casas que rentaba a través de apps. Me salía mucho más barato que quedarme en hoteles.
Hoy, René ya está de vuelta en la Ciudad, tiene un nuevo empleo y está planeando su próximo viaje. ¿Qué podemos aprender de él? Que el ahorro es para gastarlo en aquello que nos hace felices. Que en lugar de que tu dinero se te vaya en pagar taxis, lo ahorres y lo inviertas (en instrumentos formales) para tener experiencias y alcanzar tus sueños.
Y si te quieres sacar un 10, si vas a viajar al extranjero, también hay opciones de inversión (como los fondos en dólares) que cubren tu ahorro de las variaciones en el tipo de cambio.
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