Raúl Cervantes Andrade, procurador General de la República, tiene en sus manos el nuevo escándalo de corrupción que pega a la administración federal: Odebrecht. Nos cuentan que el procurador recibió la orden de su jefe, el presidente Enrique Peña Nieto, de desactivar el caso lo más rápido y eficiente posible. De hecho, nos dicen que la red de corrupción que tejió el conglomerado brasileño podría revelarse antes de julio, cuando lo haga la justicia brasileña, y en ella podría destacar el ex titular de Petróleos Mexicanos, Emilio Lozoya.
Alejandra Barrales Magdaleno, líder nacional del PRD, no se da por vencida luego de la fractura que sufrió su bancada en el Senado. La suma de senadores perredistas al proyecto presidencial de Andrés Manuel López Obrador fue contestado con un mitin el sábado en el Zócalo. Ante la alta convocatoria del sábado, algunos nos comentan que Barrales está vendiendo caro su amor ante la posibilidad de una alianza en 2018, aunque otros dicen que el mensaje va en el sentido de que Mancera realmente será un contrincante el próximo año.
Roberto Sandoval, gobernador de Nayarit, está más que nervioso por lo que pueda decir su ex colaborador, el fiscal Edgar Veytia, quien el sábado pasado tuvo su primera comparecencia en una corte de Nueva York, donde también se procesa a Joaquín el Chapo Guzmán. Dicen que otro que también está inquieto es Jaime Rodríguez Calderón, el Bronco, quien ha confirmado su compadrazgo con el detenido y acusado de narcotráfico. Nos comentan que ambos gobernadores están nerviosos ante un acuerdo entre Veytia y el gobierno de EU, a fin de reducir una eventual sentencia. ¿Pues qué tanto les sabrá?