Opinión

PRI y PAN, apanicados en Coahuila

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También en Coahuila, los partidos de la mafia del poder: PRI y PAN, se encuentran desesperados ante el avance del candidato de Morena a la gubernatura, Armando Guadiana Tijerina.

La sólida campaña electoral trazada por Morena permite anticipar que por primera vez en la historia contemporánea un partido de izquierda alcanzará el triunfo en un estado del norte de la República.

La estrategia ha sido sencilla: vincular a nuestros candidatos con la ciudadanía. Y a ésta con los idearios de justicia y honestidad proclamados por Morena para lograr la transformación y el renacimiento de Coahuila y de nuestro país.

Los enlaces de Morena han recorrido calle por calle de todos y cada uno de los municipios de este estado cuya participación en la Revolución Mexicana fue fundamental para el triunfo de ésta.

Con Morena, los coahuilenses avizoran la esperanza de que por fin se ponga punto final al latrocinio priista imperante durante interminables décadas, el cual llegó a su máxima expresión con el despojo de 33 mil millones de pesos consumado, a costa del erario coahuilense, por el entonces gobernador Humberto Moreira, uno de los diez mexicanos más corruptos, según Forbes, hermano de Rubén, el actual mandatario local.

Ante la evidente popularidad de Armado Guadiana y el imparable crecimiento de su candidatura, como partidos siameses en las malas artes de defraudar el voto popular, Acción Nacional y el PRI hoy se dan a la tarea de intentar comprar los sufragios ciudadanos con las nefastas artimañas de siempre: dádivas, derroche de dinero en efectivo, regalos de electrodomésticos…

Ante tanto cinismo, el candidato de Morena a la gubernatura de Coahuila ofreció una recompensa de 5 mil pesos a quienes ayuden a descubrir bodegas en donde se almacenan las despensas, los tinacos y, en general, las dádivas mediante las cuales PAN y PRI, sin distinción, intentan comprar votos para resguardar sus espurios intereses.

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Asimismo, ha puesto sobre la mesa otras tres propuestas dirigidas a los candidatos a gobernador, mismas que han concitado la atención popular:

1. Que se sometan al polígrafo para detectar quiénes dicen la verdad y quiénes se escudan en promesas mentirosas.

2. Que den a conocer sus declaraciones patrimoniales de los últimos diez años para que el electorado conozca la evolución de sus bienes.

3. Que destinará a becas estudiantiles la totalidad de su salario como gobernador.

Por supuesto, ninguna de estas propuestas ha sido aceptada por los candidatos del Revolucionario Institucional y de Acción Nacional.
Nacido en el ejido de Múzquiz, el candidato de Morena para encabezar la regeneración de Coahuila es un empresario honesto, forjado a golpes de esfuerzo y constancia. Cuenta que nació “aguas abajo”, y que se ha dedicado al trabajo minero. “No ha sido fácil”, ha dicho. “Pero es lo que nos tocó y lo que sabemos hacer”.

El empresario señaló, asimismo, que Morena es un partido nuevo e independiente. No forma parte de los grupos cupulares ni es comparsa de nadie. A fuerza de calcetín y tocando puertas, los militantes del partido han convencido a los ciudadanos. Y sin comprar un solo voto.

El optimismo de Guadiana Tijerina tiene como base la gratificante labor de convencimiento efectuada por los militantes de Morena, y por él mismo, con la gente de Coahuila.

“No hay mal que dure cien años”, reza la conseja popular, y nosotros agregamos: Ni ciudadanos que aguanten, para siempre, a la mafia del PRI-PAN.

En efecto, con regocijo constatamos que la certeza inculcada por nuestro presidente nacional, Andrés Manuel López Obrador, de reencauzar a la nación hacia un sendero de justicia y desarrollo, ha prendido en el corazón de la mayoría de ciudadanos de Coahuila.

Cabe, en tal sentido, rescatar las palabras que hace algunos meses pronunció en varios municipios de la entidad:

“Para cambiar esta situación creamos este movimiento. No somos rebeldes sin causa. Buscamos un cambio verdadero. Confíen en que puede cambiarse el destino de nuestro país.

“No debemos pensar, en modo alguno, que la pobreza obedece a la mala suerte. Porque Dios quiere. Por culpa del destino. No. Dios no quiere que el pueblo sufra. Esto es culpa del mal gobierno”.

Como colofón de su discurso, López Obrador envió un mensaje de confianza al pueblo coahuilense:

“Les vengo a decir que todavía podemos sacar a México y a Coahuila de este atolladero”.

Al sumarse al ideario de Morena y de López Obrador, Guadiana se ha ganado la confianza plena de la mayor parte de la ciudadanía de Coahuila.

En efecto, falta poco para que Coahuila salga, de la mano del próximo gobernador Armando Guadiana Tijerina, del atolladero.

* Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de quien las escribe y firma, y no representan el punto de vista de Publimetro.

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