Aarón Urbina, ex alcalde de Tecámac, está en la mira del PRI luego de que sobre él pesan sospechas de haber operado a favor de Morena en el pasado proceso electoral. Al interior del tricolor les sorprende el dato de que, en las últimas dos décadas, este priista nunca había perdido una elección hasta este 4 de junio. En el PRI nos adelantan que le exigirán cuentas a este cacique para saber por qué perdió la elección, a pesar de tener el control de ese distrito, pues ha sido tres veces alcalde y alternó otros tres períodos como diputado local, donde fue hasta presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso de Edomex.
Édgar Olvera, edil de Naucalpan, fue el único del ex corredor azul que mostró su lealtad ante Josefina Vázquez Mota el pasado 4 de junio, toda vez que fue el único distrito que ganó la panista. En el PAN nos adelantan que llamarán a cuentas a los alcaldes Enrique Vargas, de Huixquilucan, y a Ana Balderas, de Atizapán, para que expliquen la operación política que ayudó a hundir a Josefina y a que ganara Morena. Sobre estos alcaldes pesan sospechas de traición.
Ricardo Anaya, líder del PAN, tiene en sus manos una bomba de tiempo que podría acelerar el proceso de designación del candidato panista a la Presidencia en 2018, pues mientras se aferra a impugnar la elección en Coahuila para tratar de defender su eslogan “Tres de Cuatro”, con el que busca presentarse como el mejor aspirante, Margarita Zavala ya le echa en cara el “vergonzoso” cuarto lugar en el Edomex, mientras que Rafael Moreno Valle intenta capitalizar el desencanto de grupos de mexiquenses, como el de Ulises Ramírez, quien fue el único que impugnó la designación de Josefina, lo que a la postre le costó la salida del Comité.