Opinión

El menosprecio a la voluntad ciudadana

Alrededor de 23% de los paquetes electorales en Coahuila no fueron trasladados mediante los mecanismos previstos

Era 1988 y desde entonces el PRI-Gobierno desconoció la voluntad ciudadana. En ese entonces, al entonces secretario de Gobernación y presidente de la Comisión Federal Electoral, Manuel Bartlett, se le cayó el sistema y de ahí, pareciera que al gobierno federal y al PRI ya se les hizo costumbre.

El problema de fondo no es que desconozcan su derrota en las urnas, sino que son golpes a la democracia mexicana y a su débil sistema electoral.
Otra caída del sistema se registró en Coahuila, en la elección del 4 de junio, cuando el cómputo de actas dejó de funcionar hasta la mañana siguiente. Ese domingo el PRI demostró su peor rostro:

Alrededor de 23% de los paquetes electorales no fueron trasladados mediante los mecanismos previstos, es decir, 2 mil 524 fueron entregados a través de un mecanismo de recolección diferente al definido antes de la elección.

De acuerdo con informes del INE, siete paquetes electorales fueron robados.

Hubo irregularidades en el Programa de Resultados Electorales Premliminares (PREP) y en el conteo rápido, ambos operados por el Instituto Electoral de Coahuila (IEC), bajo el control del tricolor.

De las 3 mil 628 casillas instaladas, en el PREP se registraron 3 mil 73 actas, lo que representa 84.7% del total. De éstas, en 78.6% los funcionarios sumaron de manera correcta los apartados.

Complejidad en la documentación electoral, porque hubo hasta 142 opciones de voto, lo que dificultó a los funcionarios de casilla el llenado de las actas.

El Instituto Electoral de Coahuila no atendió de manera puntual las recomendaciones del INE para garantizar un adecuado funcionamiento del PREP.

Detrás de esta operación de fraude en Coahuila estuvo el PRI-Gobierno-Estatal en particular el gobierno de Rubén Moreira y ante el temor de que se anule la elección, por rebase en el tope de campaña de Miguel Riquelme, el líder tricolor Enrique Ochoa Reza ha tenido que cabildear personalmente con consejeros del INE el “triunfo” del candidato priista, asunto que incluso provocó ya un pleito entre los mismos consejeros electorales del INE, Ciro Murayama y Marco Antonio Baños.

Sin embargo, el triunfo inobjetable en Nayarit y la defensa de Coahuila refuerzan la imagen de un PAN democrático, que acepta y respeta las reglas del juego electoral, y obedece la decisión ciudadana.

El análisis al detalle revela que de las 270 alcaldías que estaban en juego en Coahuila, Nayarit y Veracruz, 127 las ganó el PAN. Es decir, prácticamente la mitad de todas las alcaldías que se disputaron fueron ganadas por Acción Nacional. La noche anterior a la elección, Acción Nacional gobernaba en esos tres estados 55 municipios y después de la elección aumentó a 127.

“A nivel presidencias municipales, el triunfo que se obtuvo el pasado 4 de junio fue verdaderamente contundente”, se congratuló el presidente nacional del PAN, Ricardo Anaya, al inaugurar el Encuentro de Autoridades Electas de la Asociación Nacional de Alcaldes.

Ante presidentes municipales electos de los estados de Coahuila, Nayarit y Veracruz, el líder panista hizo un sincero reconocimiento a todos los presentes por su trabajo en los recientes comicios, el cual permitirá a Acción Nacional llegar más fuerte que nunca a la elección presidencial del próximo año.

Y parafraseando a Manuel Gómez Morin, el líder queretano invitó a todos los alcaldes electos a convertir cada uno de sus municipios en un limpio servicio a la comunidad. Por estas razones de peso, el PAN llegará más fortalecido a los comicios federales de 2018 y las 30 concurrentes, donde podrán votar más de 88 millones de mexicanos.

* Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de quien las escribe y firma, y no representan el punto de vista de Publimetro.

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