Con más pasivos que fortuna, Enrique Peña Nieto entrega este viernes su Quinto Informe de Gobierno.
En la tradición priista, este es el último momento del sexenio en que el Presidente concentra todo el poder, antes de elegir a su candidato a la Presidencia.
Sin embargo, Peña Nieto llega a este momento más debilitado que sus antecesores. Las crisis, errores y escándalos de los últimos tres años, como Ayotzinapa, la Casa Blanca de Las Lomas, y varios casos de corrupción de ex gobernadores del PRI, le han restado credibilidad y respaldo ciudadano.
Las encuestas revelan que el Presidente tiene hoy una aprobación de sólo 20%, y que 80% de ciudadanos reprueban su gestión.
Sus números son mejores que los de enero, cuando cayó hasta el 12%, como consecuencia del gasolinazo de Hacienda, que incrementó los precios de los combustibles y provocó un fuerte descontento social.
¿Qué otros hechos deberían estar en un balance de este año? Resumo los que me parecen más relevantes en cuatro temas:
1. Corrupción:
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El quinto año está marcado por los casos de ex gobernadores del PRI, de Veracruz, Quintana Roo, Nuevo León y Chihuahua, acusados de desvío de recursos públicos. Sorprende que en todos los casos la PGR se ha visto débil, y hasta condescendiente.
Otro caso es la sospecha de contratos «a modo» para obra pública, otorgados a empresas sin supervisión, que provocaron daños terribles. Como el socavón en Cuernavaca, en el que murieron dos personas por asfixia, y evidenció la indolencia de la SCT y su titular, quien lleva un mes deslindándose como responsable y se niega a entregar su renuncia.
Por si fuera poco, este año también confirmamos el escaso compromiso del gobierno y su partido para consolidar el Sistema Nacional Anticorrupción, cuyo Fiscal Especial hasta ahora no ha sido nombrado.
2. Violencia y derechos humanos
El país acumula más de 30 mil casos de desapariciones personas, no aclarados, pese a los reclamos de colectivos locales de familiares de víctimas y de organismos internacionales de derechos humanos.
Por otra parte, 2017 ya es el año más violento en México, con más de 12 mil 200 homicidios, y más de 88 mil acumulados en el sexenio. Nueve periodistas han sido asesinados este año, y suman 36 en el sexenio.
Y comunicadores y activistas han denunciado espionaje con software comprado por el gobierno.
3. La política al estilo de siempre:
Las elecciones de Coahuila y el Estado de México probaron que el PRI mantiene sus trampas: sobregasto en campañas y operación del gobierno para favorecer a su partido.
El gobierno sigue operando para imponer funcionarios afines en cargos clave, aunque no cumplan los requisitos para el cargo, como el caso de la Vicepresidencia del Inegi, en abril pasado. Hoy presiona para que un “cuate” del Presidente, ex abogado del PRI en la campaña de 2012, sea nombrado por nueve años como Fiscal General de la Nación.
Y finalmente
4. Un débil liderazgo internacional:
La amenaza del presidente estadounidense Donald Trump de construir un muro fronterizo que pagaríamos los mexicanos, no tuvo un rechazo tajante desde el gobierno de EPN. México debió y debe declarar que el muro sería un “acto hostil y de grave enemistad» de Estados Unidos hacia nosotros.
En el caso de la renegociación del TLCAN, México no puede sucumbir ante los amagos y agresiones de Trump, que buscan debilitar nuestras posiciones en la renegociación. Y si se empeña en plantear absurdos, como resolver en tribunales de EU las controversias comerciales, entre otros, México debería levantarse de la mesa.
Hasta ahí nuestro balance.
Creo hay tiempo para actuar contra la violencia y la corrupción, para apostar por elecciones limpias, y para ejercer un liderazgo con dignidad frente a Estados Unidos. De eso quisiéramos que el presidente Enrique Peña Nieto nos hable en su Quinto Informe.