Estoy aquí porque merecemos un futuro con justicia para todos.
Porque tengo la convicción de que el siguiente capítulo de nuestra historia debe escribirse desde la fuerza transformadora de la sociedad y no dejarle la pluma a una clase partidista que no ha cumplido con su misión.
Hoy damos el primer paso de un viaje para transformar a México, y que empieza por ganarnos la confianza de miles de ciudadanos para lograr un espacio en la boleta electoral presidencial de 2018.
Durante los siguientes meses trabajaremos para que conozcan nuestras propuestas y los invitaremos a participar activamente, en reconstruir a nuestro país.
He optado, como muchos otros que hoy aquí me acompañan, por la vía independiente para transformar a México, porque es la única opción que hoy es viable. Los partidos políticos nos han decepcionado sistemáticamente y no hay motivo para pensar que lo harán finalmente bien en el 2018.
Las decenas de millones de mexicanos que los desaprueban encontrarán un espacio en nuestro movimiento, la OLA Independiente, porque el futuro hay que construirlo juntos.
Nuestro viaje llevará a Los Pinos a los que de verdad queremos trabajar por México. No podemos pensar que la corrupción es inamovible, o que la lejanía de nuestros representantes es la norma. Tenemos que sacudir al sistema político para que volteé a ver a los ciudadanos y se deje de ver al ombligo.
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Todos los que somos parte del movimiento que encabezo estamos aquí porque creemos que no es justo lo que le han hecho los partidos políticos. No es justo que la corrupción nos robe un diezmo de riqueza y que provoque la muerte de nuestras mujeres, niños y hombres. No es justo que partamos desde plataformas de oportunidad tan dispares. No es justo que vivamos con miedo de salir a la calle o de que nuestros seres queridos no regresen con bien por las noches. No es justo que los que se equivocan cada sexenio, tengan una nueva oportunidad ahora en el 2018.
Estoy convencido de que nuestro país no ha logrado detonar su potencial porque existen tres grandes barreras que bloquean su desarrollo: la corrupción, la desigualdad y la inseguridad. Frente a esto, lo que buscamos es construir un México justo; justo para todos. Donde el corrupto sea castigado, donde todos tengamos las mismas oportunidades y derechos, y sobre todo, donde no tengamos miedo, ni al crimen ni a los que están obligados a aplicar la ley.
Tengo vocación por el servicio público. Desde muy joven, y prácticamente toda mi carrera profesional, he buscado contribuir a mejorar mi país; para que otros tengan oportunidades como las que yo he tenido y para servir a la gente. Para ello estudié y me esforcé para tener las herramientas necesarias.
He sido funcionario federal y estatal, he sido legislador en ambas cámaras. Tengo experiencia, conozco a los partidos desde adentro, por eso hoy critico claramente lo que están haciendo mal.
No tengo cola que me pisen. He trabajado toda mi vida buscando cambiar el sistema para hacerlo más justo.
Desde aquí hago una invitación para que, durante el proceso de recolección de firmas para aspirantes independientes, la sociedad evalúe la mejor opción para la candidatura presidencial, que sean críticos con mis propuestas y que aporten las suyas. Necesitamos que la sociedad se mantenga activa y vigilante siempre.
Frente a los amigos de los medios de comunicación insisto en que debemos promover debates públicos entre los que aspiramos a dirigir al país, pero que sean debates en formatos flexibles y modernos, para que la gente decida cuál es la mejor opción frente a los retos que enfrentamos.
Ya no tenemos que esperar más a que las promesas de cambio que nos hacen los partidos se cumplan. Llevamos ochenta años así.
No vamos a dejar otra vez en sus manos el futuro de México.
Ahora tenemos una opción diferente.
Los invito a que juntos hagamos posible lo que parece imposible.
La ola independiente está creciendo y tiene fuerza para inundar con energía e ideas ciudadanas todos los cargos en disputa en 2018. Desde la más pequeña presidencia municipal hasta los Pinos. (Ahí nos vemos.)
Hay millones de jóvenes que hoy se articulan y construyen las cosas de manera diferente, que no quieren líderes redentores, sino que piensan en colectivo, actúan de manera horizontal, y usan la tecnología para encontrar soluciones.
Entre todos vamos a ganarle al sistema y a enseñarle quién manda… los ciudadanos.
Por un México justo, soy Armando Ríos Piter.