Opinión

Liderazgo influyente

Nuestro columnista Helios Herrera nos habla de las habilidades que requiere un líder

El mundo actual, tanto en el ámbito laboral como en algunos otros, requiere de líderes calificados; sin embargo, la congruencia entre necesidad y realidad está más lejana que cercana. Y es que, en México aproximadamente el 80% de las empresas ya sea por falta de fondos, tiempo o interés; no cuentan con líderes certificados para implementar acciones a favor de la productividad de sus espacios.

Mucho se habla de liderazgo, pero desde mi punto de vista, tendríamos que enfocarnos en un liderazgo influyente. Los líderes que son influyentes destacan y tienen éxito donde otros “líderes” fracasan. No existe un líder si no tiene seguidores.

¿Qué es lo que hace que una persona siga a un líder? Seguramente, para responder esta cuestión, podríamos describir una gran lista de cualidades valoradas de un líder, pero desde mi experiencia, la respuesta que más se acerca es la influencia.
La capacidad de influir en los demás es una de las principales características y cualidades que el líder posee, esto lo podemos interpretar como la aceptación por parte de la otra persona (del seguidor) de que las ideas y acciones del líder son favorables para él y para la organización o el proyecto. Esta es la base de la influencia del líder.
Cualquier persona puede ser un líder, esto no depende de la jerarquía, sino con que una de las personas sea capaz de influir en el resto de los integrantes del equipo, se convierte en un líder, aunque no sea el responsable del mismo.
Existen siete habilidades que componen esta capacidad táctica (La táctica es la combinación inteligente de los recursos individuales y colectivos, para solucionar las situaciones que enfrenta el equipo) del liderazgo influyente:
1. Interés y preocupación real por los colaboradores: Se muestran accesibles y manifiestan interés por conocer las necesidades de los colaboradores más inmediatos y del resto de los integrantes de la organización.
2. Empatía: Son capaces de notar cuando sus colaboradores están preocupados o tienen algún problema y responden ofreciendo su ayuda. Son muy susceptibles ante las reacciones tanto verbales, como no verbales.
3. Reconocer las cualidades y el trabajo bien hecho: Cada día se dedica tiempo para identificar las tareas que están bien realizadas y reconocerlas. Es común que muchos jefes y directivos consideren que es la obligación de los empleados el realizar un buen trabajo y que no merece ningún tipo de valoración positiva, pero a todos nos gusta recibir algún tipo de recompensa.
4. Tomar decisiones con base en la retroalimentación del equipo: Un líder influyente se muestra abierto y receptivo a las sugerencias, con ello los miembros del equipo se saben parte del proceso de toma de decisiones y por ende las apoyan y defienden.

 

5. Desarrollar una actitud de fomento del aprendizaje: El éxito en cada una de las facetas de nuestra vida está relacionado a nuestra disposición a aprender, a cambiar, a adaptarnos y a crecer. Si los líderes comparten experiencias significativas de aprendizaje con sus colaboradores, éstos se comprometen más con su trabajo.
6. Actitud de humildad: Existe una conexión entre éxito y humildad. Sólo un porcentaje pequeño de personas tiene éxito de forma sostenida y estos líderes se caracterizan por reconocer que cada éxito es fruto de la aportación de muchos compañeros y muestran continuamente su agradecimiento y reconocimiento por ello.
7. Actitud generosa y responsable: Son conscientes de la necesidad del autoconocimiento y de la importancia de crear un clima de colaboración y de buenas relaciones con los demás. Dedican parte de su tiempo a centrar sus esfuerzos en áreas clave que sirvan para construir conexiones y relaciones con sus colaboradores y para conseguir un buen desempeño.
Todas estas son habilidades perfectamente desarrollables. Los líderes que inspiran son aquellos que consiguen sacar lo mejor de quienes les rodean y que propician un ambiente productivo, para ello contagian desde las emociones. El liderazgo se puede y debe desarrollar dentro y fuera de las organizaciones.
Tenemos la obligación de hacer de nosotros un líder y ejercer nuestro liderazgo desde nuestra trinchera. No culpemos de nuestros malos resultados como equipo a la carencia de un líder o a las malas cualidades de líder existente. El problema no es siempre el liderazgo, sino nuestra actitud y disposición de cambiar y ser mejores.
Piensa, reflexiona y actúa.
Helios Herrera

 

* Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de quien las escribe y firma, y no representan el punto de vista de Publimetro.

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