Cada día es un lienzo en blanco para dibujar de nuevo. Usted y yo decidimos si lo que pintaremos va a ser el mismo cuadro que ayer, con los mismos colores, texturas y es más, con el mismo paisaje. Cada día por lo tanto mueren muchas cosas para que otras nazcan. A veces los días se llevan aquello que nunca pensamos perder y nos dan un vuelco de vida que no imaginábamos, pero a pesar de que en realidad jamás estamos completamente preparados para estas pérdidas, sí podemos ayudarnos a superarlas mejor. Si ha perdido su trabajo o algún objeto comience por agradecer que, como dice el sabio dicho: sólo fue lo material, viva su frustración intensamente por un par de horas y después dele oportunidad al espacio vacío con la convicción de que existe una razón detrás de todo; convierta esta pérdida en una posibilidad de que algo mejor puede llegar para usted. Si lo que ha perdido es relativo a su salud acepte esta nueva etapa con todo el corazón: ábrase y abrace a todo el aprendizaje que puede venir en este ciclo; dele un chance a un examen de su cuerpo emocional también y a aquello que guardó por mucho tiempo; evalúe la calidad de sus pensamientos y esté dispuesto/a a de verdad asumir cada día como una ocasión para recomenzar con más sabiduría; trátese bien, sea lo que sea.
Si ha perdido una relación valiosa, asuma sus responsabilidades, no culpe, no se victimice, reconozca que usted estuvo ahí con su parte, enójese pero con el sentido de alguien que se ocupa de las consecuencias de sus actos, sea cabal y tenga una mente dispuesta a aprender la lección. Si ha sufrido la tremenda pérdida de un ser querido, invente un mundo nuevo para llorar en él el tiempo que lo requiera, no se contenga y permítase las lágrimas de mil océanos, siéntase completamente libre en su derecho de desahogo para después regalarse total aceptación y avanzar en paz; reconozca su lazo con aquellos que partieron, siga su rastro con el poder de su amor y sea consciente de que ha existido siempre, de que no tiene fin y de que viaja con usted traspasando tiempo, espacio y universos.
Si lo que ha perdido es lo que todos vamos perdiendo con el tiempo, esas pequeñas cosas cotidianas que se desgastan, sea agradecido con todo lo bueno que tiene, sea maleable, flexible, habitúese a cambiar con los tiempos –para mejor–, a aprender cosas nuevas, a dejar que sus creencias evolucionen, y que la sabiduría de sus experiencias hagan su trabajo para bajar sus niveles de dramatismo y aumentar su disfrute por cada instante. Sea lo que sea aquello que haya perdido, acéptelo con rapidez, no se aferre a un recuerdo estático, aprenda a sanar el pasado, tire cosas que sean de las viejas etapas, invéntese de nuevo, diséñese nuevos hábitos, quiérase más que en viejos capítulos, mejore su estado físico, pero sobre todo mental y emocional; distinga el amor del apego y recuerde que el amor genuino, comenzando por el amor a su propio ser, siempre de los siempres, libera.