La gran apuesta de Anaya

De los más de 88 millones de potenciales electores que tendrán la oportunidad el próximo 1 de julio de cambiar la situación política y social del país, casi 36 millones, un 40 por ciento, son jóvenes de entre 18 y 34 años, los llamados millennials, sector que jugará un papel decisivo en la elección más grande e importante en la historia del país.

Según datos del Instituto Nacional Electoral (INE), hasta el pasado 9 de marzo se tenían contabilizados en la lista nominal de electores 35 millones 754 mil jóvenes que podrán ejercer su voto para renovar 18 mil 300 cargos públicos, además de la Presidencia de la República y nueve gubernaturas.

En este grupo millennial, 25.7 millones son jóvenes de entre 18 y 29 años, y de esos 6 millones participarán por primera vez en una elección presidencial.

De acuerdo con estos datos, 4 de cada 10 votos potenciales serán de jóvenes, de este sector mayoritariamente relegado, excluido y olvidado por el gobierno federal. Incluso, muchos analistas coincidimos en que ellos decidirán quién será el próximo Presidente de la República y también podrán inclinar la balanza ideológica en ambas cámaras del Congreso de la Unión.

En lo personal tengo sobrinos de 20 y 22 años cuyas convicciones políticas e ideológicas coinciden más con el perfil de Ricardo Anaya, será por su juventud, por sus propuestas más realistas o porque es el único que ofrece y promete castigar la impunidad y la injusticia, el único que ha dicho abierta y públicamente que llevará al presidente Enrique Peña Nieto a los tribunales, para que rinda cuentas de todas las omisiones y los escándalos de corrupción durante su gobierno.

Es quizá por estas razones que Anaya le apueste a los jóvenes, que el queretano comience a distinguir sus planteamientos, sus discursos, sus giras, su campaña hacia este sector. Recordemos que al comenzar las campañas, hace una semana, el joven queretano lo hizo con un Hackaton, en Santa Fe, donde fue arropado por miles de jóvenes de todo el país, quienes elaborarán un documento sobre este maratón de ideas a fin de integrarlas en sus propuestas de campaña.

Esa madrugada, miles de jóvenes trabajaron durante 12 horas ininterrumpidas, en equipos interdisciplinarios, para hallar soluciones a los principales problemas que aquejan al país, como la corrupción, violencia y la desigualdad. La idea de Anaya es que los equipos participantes trabajen en una visión integral, utilizando las habilidades de cada miembro, para generar diversas soluciones.

En esta misma estrategia, este miércoles el candidato de la coalición Por México al Frente se metió al ITESO, en San Pedro Tlaquepaque, Jalisco, donde tuvo un intercambio de ideas con los universitarios de esa prestigiosa casa de estudios.

En estos Diálogos por México, Anaya fue el primer candidato presidencial que aceptó a dialogar con la comunidad estudiantil sobre cualquier tema relacionado con la política de alianzas, hasta del jaloneo interno durante el proceso interno del PAN o de su patrimonio. Como se caracteriza, Anaya respondió puntualmente cada una de las preguntas y cada uno de los señalamientos. Fue hasta que se reanudaron las clases que el panista tuvo que dar por terminado el encuentro de más de dos horas.

Anaya fue el primero de los aspirantes presidenciales que, sin temor alguno, se metió a uno de los recintos más importantes del país, sin importar el antecedente que vivió Enrique Peña Nieto, en 2012, en la Universidad Iberoamericana, el cual dio paso al movimiento #YoSoy132, un verdadero dolor de cabeza para el candidato del PRI.

Ricardo Anaya Cortés cree en el poder creativo de los jóvenes de México y es por esta única razón que continuará visitando campus universitarios, que se reunirá con más jóvenes para conocer de primera mano sus inquietudes, sus puntos de vista, sus ideas, a fin de integrarlas a su plataforma política y de gobierno. Porque los jóvenes definirán la elección el 1 de julio, ellos son la gran apuesta de Anaya.