En el año 2007, expertos en el tema del cáncer fueron reunidos por el World Cancer Research Fund, el American Institute for Cancer Research y la Organización Panamericana de la Salud para publicar un reporte con el nombre de Alimentos, nutrición, actividad física y la prevención del cáncer. En dicho reporte se concluye que la dieta moderna, en la que se incluye comida ultraprocesada y comida chatarra, es la causante del aumento de incidencia de cáncer en el mundo.
De acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud, México es el mayor consumidor en América Latina de productos ultraprocesados. Los alimentos procesados contienen grandes cantidades de azúcar añadida, grasas, sodio y utilizan cientos de aditivos para dar color, sabor, textura y conservarlos. La mayoría de estos aditivos, desgraciadamente son sintéticos y químicos, además de que muchos de estos son derivados del petróleo y su impacto en la salud es desconocido, y en muchos países, como México, están permitidos en la industria alimentaria.
Desgraciadamente hemos tratado de simplificar nuestra dieta diaria comprando muchos de estos productos, llenando nuestras alacenas y loncheras de los niños con productos prácticos pero cargados de aditivos.
Por ejemplo, un simple cereal de arroz inflado sabor chocolate puede llegar a contener hasta tres colorantes artificiales: rojo, amarillo 6 y tartrazina amarillo 5, todos estos son colorantes asociados con la hiperactividad y déficit de atención; además de los colorantes, también contiene saborizantes artificiales y casi el 40 % del producto contiene azúcar añadida, además de que generalmente viene fortificado con minerales y vitaminas sintéticas, ya que al ser un producto tan procesado ya perdió sus nutrientes en el camino.
México es un ejemplo del deterioro de la alimentación; el aumento del consumo de estos productos sin valor nutricional ha convertido a nuestra población en uno de los países con mayor incidencia de obesidad y muertes por diabetes, y cada día un aumento importante en la incidencia de distintos tipos de cáncer. Actualmente existen muchos estudios alentadores que han demostrado que llevar una dieta libre de alimentos procesados reduce el riesgo de desarrollar cáncer; es importante también evitar el consumo de bebidas azucaradas y harinas refinadas, así como la comida rápida, no consumir carnes procesadas y embutidos, así como disminuir el consumo de lácteos procesados.
Es recomendable, entonces, consumir por lo menos cinco porciones diarias de hortalizas y vegetales frescos, consumir cereales enteros, leguminosas y carne de origen orgánico y libre pastoreo. Además, es importante seleccionar de manera consciente los productos que elegimos comprar, pues desgraciadamente el etiquetado y contenido de ingredientes de los productos en México no están del todo bien regulados y es fácil que nos dejemos llevar por la mercadotecnia de la industria tratando de vendernos productos saludables falsos.
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