No es el aviso del eminente cuarto partido en Rusia 2018. Ni la telenovela de Luis Miguel. Ni siquiera el destino de la elección federal. Lo que definirá el curso de los mexicanos esta semana, será el discurso del virtual Presidente electo Andrés Manuel López Obrador. Su mensaje, la noche del domingo es crucial para calmar a los mercados, en una semana donde se ha mandado un mensaje de alerta, colocando al peso en su punto más depreciado en los últimos meses.
Gasolina cara, crecimiento abrupto de la violencia, denuncias contra la corrupción de gobernadores en todo el país, y una violenta depreciación del peso frente al dólar son rasgos con que Enrique Peña Nieto enfrenta una elección que podría ser de Estado, si la operación política fuera una constante de su mandato. Con Chong haciendo campaña después de un periodo que terminó en los tiempos más violentos de los tiempos más violentos, esto no parece una opción.
Asumiendo por un momento que la elección ha sido definida, aún viene el periodo crucial, uno donde los mercados reaccionarán a cada expresión del virtual Presidente. Cuando todos estábamos pensando esto, el Banco de México salió a expresar su preocupación porque Andrés Manuel se modere este domingo y, en bien del país, pronuncie un mensaje en el que quede claro el futuro macro económico de México.
Esto es particularmente cierto al fin de una administración federal en la cual la deuda pública ha sido una característica central, más por virtud de los gobiernos estatales y municipales que por carencias en la propia administración federal, pero el endeudamiento del gobierno central no ha sido menor.
¿Qué debería incluir este mensaje? Definitivamente, un mensaje de reducción de endeudamiento e incentivos pro empresa. México es la economía más abierta al mundo, tanto en la entrada como en la salida, y así debe continuar. También es la economía que conecta a los Estados Unidos con muchos otros países, y esto debe ampliarse, particularmente en un contexto donde Asia, de manera central China pero no solamente, puede iniciar una distancia con los Estados Unidos.
Un elemento más es asegurar flexibilidad en la negociación del TLCAN. Sí con firmeza y dignidad, pero en actitud eterna de negociación. Sólo el TLCAN permitirá que México continúe explotando su ventaja geopolítica, el principal recurso natural del país, que tiene más, pero éste es el principal.
Establecer un sistema de protección social universal es una reforma pro empresa, en el sentido de quitar los pagos de la seguridad social por parte de las empresas. Dejar claro, incluso con costos, que pasar del capitalismo de cuates (crony capitalism) a un esquema de competencia incrementará, y no reducirá, la competitividad. Pero no hemos visto los números hasta ahora de cuánto en realidad cuesta eso.
Sí por supuesto es tiempo de hablar de política social, pero a los mercados interesa identificar con seriedad de dónde saldrá el dinero. Ya no es tiempo de vaguedades, sino de convencer. El juego importante es este domingo por la noche, en el que AMLO no puede ser derrotado, pues la principal víctima seríamos todos nosotros. Salvado eso, llegar a semifinales sería genial. Si esto no se salva, un nuevo error de diciembre aguará cualquier victoria en la Copa del Mundo.