:quality(70)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/metroworldnews/3BFC5KYLCRHAPOFEOUHPPVGLBI.jpg)
Ricardo Anaya, el 1 de julio pasado dio un mensaje minutos después de cerradas las casillas a nivel nacional y cuando las encuestas de salida claramente reflejaban que los resultados no le eran favorables, dijo entonces “Ninguna democracia funciona sin demócratas, por eso, porque creo en la democracia, porque soy un demócrata, digo hoy ante las y los mexicanos que la información de los resultados con la que cuento me indica que la tendencia favorece a Andrés Manuel López Obrador. Como ya lo hice vía telefónica hace unos minutos, que hablé con él, reconozco su triunfo y le expreso mi felicitación y le deseo el mayor de los éxitos por el bien de México”.
En esas sencillas palabras expresó décadas de principios panistas, por un lado, la convicción firme de que la democracia no es sólo un sistema político sino una forma de vivir que se construye con creencias, valores y actos, entre ellos, reconocer con valor la propia derrota y el triunfo del adversario; por otro, el más alto compromiso de la función política con el humanismo y el bien común, desear con el corazón el bien de México sobrepasando cualquier diferencia de carácter ideológico o electoral.
En ese mensaje, Ricardo Anaya también señaló “Desde aquí le digo al próximo presidente de la República: en las causas que nos son comunes contará con nuestro apoyo. En la agenda con la que disentimos encontrará en nosotros una oposición tan firme y frontal como institucional y democrática.” Con ello, delineó acertadamente la postura que ha advertido ya el Comité Ejecutivo Nacional del PAN de ser una oposición responsable, constructiva, proactiva y solidaria.
Por lo tanto, como demócratas creemos en el diálogo, en el enorme valor que tiene la pluralidad de pensamiento y de las concepciones políticas. De darse un encuentro entre Ricardo Anaya y López Obrador los panistas creemos que primero se estaría enviando un mensaje de profunda civilidad política, además de ser una oportunidad para abordar propositivamente aquellos puntos que en el periodo de transición han generado preocupación en la sociedad como lo es la no reducción en los impuestos a los combustibles, el despido de funcionarios públicos ante la reducción de plazas, la reubicación de dependencias, la negativa a tener un Fiscal autónomo o el abandono del Sistema Nacional Anticorrupción, el crecimiento de la violencia a nivel nacional, someter a consulta un tema tan técnico como es la continuación del proyecto del Nuevo Aeropuerto Internacional de México, los proyectos de infraestructura multimillonarios como el Tren Maya o la designación de ciertos funcionarios fuertemente cuestionados para ocupar cargos de alta relevancia.
Por eso, un encuentro de este tipo, más que beneficiar al PAN creemos que sería para beneficio del país. Acción Nacional está llamado a ser un contrapeso eficaz ante el próximo gobierno, insisto, no para ser una oposición intransigente sino para aportar la experiencia acumulada durante dos sexenios al frente del gobierno federal. Se trata de sumar en todo aquello que sea positivo para los mexicanos y en alzar la voz de forma institucional cuando no lo sea.
Decimos sí al diálogo a favor de México y hacemos un llamado respetuoso a López Obrador y al próximo gobierno a que se privilegie la construcción de consensos, que las mayorías en el Congreso no le nublen la mirada, ni la sensibilidad para escuchar a quien piensa distinto ni desatender a quienes más importan: los ciudadanos.
