El mundo del teatro tiró la casa por la venta debido a que se realizó la primera entrega de los Premios Metropolitanos de Teatro. Estos reconocimientos no fueron dados a una sola compañía o a los que quisieran comprar una mesa para la ceremonia, ni nada por el estilo. Por ello se formó la Academia Metropolitana de Teatro, la cual se conformó por un consejo técnico que designó a 25 jurados especialistas en la materia para ver las obras inscritas en ésta. Pudimos ver entre las nominadas a obras de la Compañía Nacional de Teatro, de la UNAM, de Ocesa teatro, de Gou Producciones y compañías independientes que quisieron competir. Desde que recibí la invitación no podía creer que dijera “rigurosa etiqueta”, desde ahí dije: “A caray, esto sí es serio”.
La cita fue el pasado 28 de agosto en el emblemático teatro Esperanza Iris de la Ciudad de México. La calle de Donceles estaba cerrada porque en ella se desplegó una inmensa alfombra roja que la engalanaba. Quiero aplaudir a que en esta aventura se sumó el canal 52mx de Dish, quienes produjeron el programa de la alfombra roja conducido por la guapa Mónica Noguera y la transmisión en vivo de la entrega.
De repente fueron llegando una a una las celebridades que desfilaron por la red carpet, como el elenco de Vaselina, Bule Bule, Wenses y Lala, así como figuras de la talla de Anna Ciocchetti, Patricio Castillo, Ludwika Paleta, Mariana Garza, Edith González, Bianca Marroquín, Cynthia Klitbo, Blanca Guerra, Pilar Boliver, Alejandro de la Madrid, Julieta Egurrola y la lista podría ser interminable. En serio, mis ojos no daban crédito a todo el elenco reunido ahí, la organización fue de primera, gracias a la agencia de Pin-Point. En cuanto vi a Sergio Villegas, presidente de la academia, le dije: “wow te volaste la barda, felicidades, al teatro en este país les hacía falta unos reconocimientos de este tamaño”. También quería agradecerle a Mariana Garza, pero no pude verla. Ella fue quien apoyó con sus recursos al premio Ciudad de México, que lo ganó la compañía “Seña y Verbo, teatro de sordos”, porque el gobierno de la ciudad a hora de la hora les dijo «que siempre no». ¿Qué raro?
Cuando empezó la ceremonia me volví a sorprender, ya que Chumel Torres era el conductor y la verdad dije: “qué flojera, será como otro Adal Ramones o de esos conductores ya decadentes que no saben qué hacer para llamar la atención y hacerse los chistosos”. Pero no, el señor me calló la bocota. Qué talentoso es, en el opening cantó, a su manera, cada una de las obras musicales que competían, pero con letras muy a su estilo. En serio, no daba crédito a lo que veía. Les juro que me pellizcaba para ver si era real lo que empezaba a ver. No hubo nadie que no aplaudiera eso, todos lo ovacionamos y de ahí nos echó a la bolsa. Cuando fueron entregando uno a uno los reconocimientos, eran precisos y exactamente correctos. No había mano negra o que fueran arreglados. Ni de que “hay se lo dieron por ser la novia o amante del productor” como en otros premios famosos de novelas. “Ay perdón, se me salió”.
Creo que ya estamos hartos de que nos vean la cara de tarugos a los consumidores de tv, teatro y cine. Por fin llegó algo creíble, real. ¿Y por qué lo digo? Wenses y Lala fue la ganadora de la noche, se llevó el premio como mejor obra, mejor dramaturgia, mejor actuación masculina. (Aquí hago una recomendación, ésta es una obra que toca fibras del corazón y del alma que ninguna otra ha hecho, se las recomiendo). «Noche de reyes» puesta en escena que nos habla de una de las famosas obras de William Shakespeare, otra joya para regocijarse desde la butaca con la talentosísima Adriana Montes de Oca, quien ganó el premio a mejor actuación femenina de reparto; ésta también se llevó el premio de mejor vestuario y mejor música.
Y los grandes musicales hicieron presencia como el Hombre de la Mancha que ganó seis reconocimientos, incluyendo la de mejor obra musical. Le siguieron Billy Eliot, Los Miserables, El Último teatro del mundo, Emilia y su globo rojo. El momento de soltar la lágrima, pero desde el fondo del alma, fue cuando recordamos a todas aquellas personas actores, tramoyistas, iluminadores, escenógrafos que dieron su vida al teatro. Pero aquí tengo que reconocer y ponerme de pie, ya que reconocieron a una persona que desde su trinchera impulsó y apoyo al teatro en México.
Ella nunca decía que no, para ella nadie era grande, ni chico. Amaba el teatro. Cuando vi su nombre en la pantalla junto a esos personajazos dije: “Adriana Garay, tu trabajo trascendió, eres grande”. Muchos de los colegas ahí presentes aplaudimos por la iniciativa y seguiremos amándola por siempre. Al terminar la primera entrega de los metropolitanos, nos esperaba un coctel en la terraza del hotel Downtown. Ahí pude felicitar a todos los ganadores y decirles que respeto y admiro su trabajo. Me tocó sentarme en la mesa de Cynthia Klitbo, nos pusimos al día, me comentó de sus proyectos y de cómo le va en la ANDA, esa si es una tarea dura la que tiene esta guapa. Bueno, y cuando vi que eran las 03.00 horas, dije, es hora de retirarme porque mañana hay que trabajar. Sergio Villegas y Mariana Garza, son la mancuerna perfecta, quiero agradecerles por darnos a todos los amantes del teatro unos premios dignos y hacer cada día mejor el oficio de hacer teatro. GRACIAS
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