Para ser leído con: “Smokin’ in the boys’ room”, de Mötley Crüe
Los diccionarios mienten: no se saben adaptar a la celebración del tiempo en un momento en el que es imposible hacer una lectura alfabética de la realidad.
Por eso, y como cada día es un vocablo, salvemos su honor replanteando significados y virtudes.
WC – Sitio en el que se resuelven las dudas ontológicas más profundas.
Repisas – Edificio inacabable destinado a sostener las sustancias para librar una batalla fútil frente al tiempo.
PUBLICIDAD
Tina – Olla express humana.
Toallas – Eco de la vestimenta en donde la moma se sigue quedando mona.
Rasuradora – Objeto que pide a gritos que la callen.
Cabello – Zacate craneal. Objeto de un raro aferramiento cuando cae y no vuelve, al grado de reacciones tan absurdas como memorables.
Secadora – Fúrico objeto que artificializa todo: tanto el hecho de generar aire caliente donde no lo hay, hasta dejar el cabello como no es.
Espejo – Lienzo ilusorio que refleja sólo una proyección. Y no, no estás gord@.
Pasta dental – Gusano blanco de olor penetrante y extraño que es objeto de estudio de conspiracionistas, todo por ese sucio flúor.
Calentador – Fiel servidor de las mujeres y su baño matinal. Preparación para sudar con agua como recompensa a haber despertado.
Regadera – Objeto que irónicamente se cierra, mientras se deja la llave mental abierta todo el día.