Se dice en varias esferas que no solo cambió el nombre del antes Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), ahora USMCA (Acuerdo entre Estados Unidos, México y Canadá – por sus siglas en inglés), sino aparentemente también, en los beneficios que traerá para las tres naciones participantes, ya que, en apariencia, como lo indica el orden de las siglas en su nueva denominación, Estados Unidos, será quien obtenga el mayor número de ellos. Todos recordamos la presión ejercida por Donald Trump al inicio de la renegociación y la creciente incertidumbre con respecto a su firma, sobre todo con la llegada del gobierno electo y la vaga claridad que, debo mencionar, aún existe alrededor de las decisiones en materia económica.
Varios especialistas en la materia se pronunciaron en contra de que por la urgencia de tener un documento final antes de que el gobierno del actual presidente concluyera, y para no dejar un pendiente tan importante como acción fallida, nos dejaran un acuerdo que lejos de beneficiar la economía mexicana, resultara en un retroceso.
Lo que hoy tenemos claro es que las y los mexicanos aún no contamos con la información real del acuerdo comercial concretado con Estados Unidos y Canadá, pues apenas el pasado 28 de septiembre, el Secretario de Economía, Idelfonso Guajardo, entregó copia del texto al Senador Ricardo Monreal, presidente de la Junta de Coordinación Política, quien a su vez anunció que días después iniciaría la etapa de análisis con los coordinadores de todos los partidos.
La última palabra la tiene este Senado, pues es quien tiene que aprobar el nuevo tratado, de acuerdo al artículo 133 constitucional, que dice “todos los tratados que estén de acuerdo con la misma, celebrados y que se celebren por el presidente de la República, con aprobación del Senado, serán la Ley suprema de toda la Unión.” En próximas semanas, la discusión encerrará el verdadero beneficio o afectación que podría llegar a tener nuestra economía, igualmente las y los senadores de Acción Nacional, impulsaremos la eliminación de aranceles al acero y aluminio por parte de Estados Unidos a nuestros productores. Seremos la voz que se levantará en defensa de las garantías de las y los trabajadores mexicanos.