En una democracia debe importar tanto la calidad de los partidos como la cantidad

La capacidad de decidir como ciudadanía dentro de nuestro joven sistema democrático nos ha convocado a aventurarnos a crear estándares dentro del quehacer público.

Las «malas» experiencias vividas al ejercicio del voto obligan a ciertos actores (aunque para algunas personas se vea como “capricho” o “berrinche”) a generar nuevos espacios de participación política junto con la creación de escenarios, acuerdos y la capacidad de tener libertad de decisión colectiva. En una aspiración por lo que puede interpretarse que sea velar por el futuro de sus carreras políticas, o bien, simplemente, tener más opciones de acuerdo a los intereses e ideologías.

La manifestación de otras opciones nos da herramientas para valorar los nuevos ejes y retos que tenemos que avanzar o incluso los consensos en los que deberíamos debatir.

Sólo basta con recordar cómo en 1989, las izquierdas se unieron para parar formar una oposición a la «oligarquía”, la opción del Partido de la Revolución Democrática fue tan fuerte que llegaron a ganar en el escenario electoral la Ciudad más grande del país. Hoy, las circunstancias son distintas y esa fuerza está fragmentada.

En 2011 fue fundado Morena con objetivos similares, desde la izquierda y los movimientos sociales; que en las elecciones de este año arrasó con las posiciones de poder en el país.

Entre cuestionamientos también muy fuertes a la representación de las candidaturas independientes.

Considero que nuevas instituciones de participación política no hacen daño a la ciudadanía, lo que realmente hace daño son la decisiones de esos pequeños cotos de poder que se realizan dentro de la institución política para el beneficio de unos cuantos o sólo los políticos que deciden fundarlos. Finalmente, en una democracia debería importarnos no sólo la cantidad de las opciones sino la calidad de las mismas, ¿será que nos es importante esa calidad a la hora de decidir si apoyar a estos partidos de reciente o futura creación? Esa es la pregunta que considero deberíamos hacernos ante un menú, aparentemente, más amplio de posibilidades tanto de militancia como de soporte.

* Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de quien las escribe y firma, y no representan el punto de vista de Publimetro.

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