Como todos los gobiernos, el actual termina con claroscuros. A cuatro días de que finalice el sexenio de Enrique Peña Nieto se tiene que hacer una evaluación -sin regateos- sobre lo mucho que se logró, pero también sobre las áreas donde existen grandes pendientes -sin minimizar tampoco- que deberán ser atendidos por los nuevos gobernantes.
En un contexto electoral y post electoral, siempre resulta más fácil ver los oscuros. La justa dimensión sólo la dará el tiempo, cuando se haga una evaluación sin tantas aprehensiones y prejuicios.
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Nadie puede decir que lo siguiente no es cierto: México es la onceava economía del mundo; somos el sexto país más visitado a nivel internacional; los últimos seis años se generó una cifra récord de 4 millones de empleos; nunca se había crecido en administración alguna 23 trimestres consecutivos a tasa anual y la inflación actual es la más baja de los últimos tres sexenios. Esto significa mayor bienestar para millones de familias en nuestro país. Además, ante un contexto económico internacional adverso, logramos salir adelante, con una estabilidad que muy pocos países en el mundo tienen.
Retos los hay y muchos: seguridad; igualdad en el acceso a derechos como la alimentación, la salud, la educación, la seguridad social; oportunidades como el empleo; y el fortalecimiento del Estado de derecho basado en el combate a la impunidad y el acceso a la justicia, entre los más importantes.
Entérate:
En este contexto de división que se ha hecho del país, entre liberales y conservadores; pueblo y fifís; prensa buena y prensa mala; o estás conmigo o en mi contra, es urgente encontrar vasos comunicantes, diálogo, entendimiento, trabajo conjunto, porque en algo podemos coincidir todos si apelamos a la sensatez: no hay resultados absolutos en los gobiernos; hay aciertos y desaciertos. Los que se van tuvieron los suyos, pero los que comienzan los tendrán también. No santifiquemos ni crucifiquemos, trabajemos unidos con el propósito compartido de que a México y a mexicanas y mexicanos les vaya bien. Ese debe ser el ánimo y esa debe ser la meta.