El reto de los propósitos de año nuevo

Para muchos de nosotros, arrancar el año con una lista de propósitos por cumplir se ha convertido prácticamente en una tradición tan arraigada como pueden ser los intercambios de regalos en Navidad o partir la rosca del Día de Reyes. Sin embargo, si bien es cierto que hombres y mujeres tenemos intereses y necesidades de distinta índole e importancia, a la hora de desplegar nuestros esfuerzos para concretar los objetivos que nos hemos trazado al comenzar el año está más que demostrado que siempre van a intervenir una infinidad de factores para que triunfemos o fracasemos. Y éstos (me refiero a los factores) pueden ser internos o externos, pero también tienen mucho que ver con nuestra estructura individual emocional y psicológica.

Por principio de cuentas, es totalmente normal que un individuo inicie una nueva etapa, en este caso un año nuevo, lleno de entusiasmo y expectativas. Tener frente a nuestros ojos una panorámica de 365 nuevos días, totalmente desconocidos y llenos de posibilidades para mejorar nuestro entorno y nuestras vidas definitivamente se convierte en un reto incomparable, pero… de repente transcurren las horas, los días, las semanas, los meses y lejos de estar enfocados las metas que nos trazamos al inicio del año, resulta que nos hemos sumido en la apatía, el desinterés e incluso en la frustración.

¿Qué fue lo que pasó?

Lo que ocurre en este tipo de escenarios es tan común y frecuente que lo primero que hacemos prácticamente todos es justificar, con miles de pretextos, por qué fuimos incapaces de cumplir con nuestros objetivos. Y es que, al momento de proyectar un escenario lo primero que dejamos de lado es la planificación del mismo. No olvidemos lo que en su momento dijo el científico alemán Albert Einstein (1879-1955): “Los genios se forman con un 1% de inspiración y un 99% de transpiración”.

Todo sueño o inquietud que surge de nuestro pensamiento tiene un 100% de posibilidades de convertirse en algo tangible y concreto. Sin embargo, para que esto suceda requerimos de varios ingredientes que día a día vamos a tener que poner sobre la mesa y desplegarlos en todo momento para que se cristalice esa intención que alguna vez imaginamos. Tenemos que comprometernos y eso implica ser constantes y perseverantes; también tenemos que estar conscientes en todo momento que durante el trayecto vamos a encontrarnos con todo tipo de distracciones y obstáculos; al mismo tiempo, nuestro carácter y nuestra resiliencia serán puestos a prueba de manera permanente… y, obviamente, vamos a tener que trabajar a la par con nuestra ambición y con nuestra tolerancia a la frustración, porque si piensas abandonar tu lucha con la primer dificultad que se te presente entonces estarás condenado al fracaso desde el principio.

No te obsesiones con proezas gigantes a cumplir en un largo plazo. Nada de eso. Identifica y diagnostica (vas a requerir de ejercer la autocrítica) cuáles consideras que son tus fortalezas y cuáles son tus debilidades, para que en todo momento puedas autoevaluarte y determinar de lo que verdaderamente eres capaz. Por eso te recomiendo que te plantees un gran objetivo final que venga acompañado de varias metas intermedias, para que paso a paso, poco a poco, puedas ir avanzando. Sólo así lograrás alejarte de los fracasos anteriores y del desánimo que provoca que siempre dejes las cosas “a la mitad del camino”. Los límites de que eres capaz de conseguir sólo los podrás imponer tú, nadie más.

El compromiso también deberá ir acompañado de mucha concentración y una férrea disciplina. Todos los días, sin descansar, representan una pequeña oportunidad de alejarte del fracaso y acercarte al éxito. Desecha por completo cualquier pensamiento o actitud de que te vas a comer el mundo de un solo bocado, porque si no logras que el plan cuaje de esa manera sólo acabarás frustrado y enojado. No te impongas miles de metas, intenta sólo con unos 3 o 4 objetivos y te prometo que terminarás sorprendido con los resultados finales. ¡Tú decides cuando comenzar!

Y no olviden que todos jueves a punto de la medianoche y los domingos a la 1:00 de la madrugada los espero en su programa “Exclusivo Para Hombres”, que se transmite por Telefórmula (por favor chequen su sistema de cable preferido para verificar nomenclatura del canal).

* Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de quien las escribe y firma, y no representan el punto de vista de Publimetro.

Tags

Lo Último

Te recomendamos